Lo mejor del país sale en esas situaciones. Llama la atención que luego, entre nosotros, no podamos ni hablar de aquello que hemos de construir juntos

En el Ayuntamiento el equipo de gobierno y la oposición se aprestan a encarar un año en el que el debate está muy claro: el modelo de ciudad

Los castillos de naipes que levantamos cada día han de ser destruidos por la noche para que todo vuelva a comenzar a la mañana siguiente

Parece que las altísimas temperaturas y las sequías recurrentes han venido para quedarse entre nosotros durante mucho tiempo

Pero el verano no sabe de estas cosas: con su cálido abrazo convierte las playas en balcones y miradores

Los debates que habrían de concitar un acercamiento apriorístico basado en datos y reflexiones serias, se acaban convirtiendo en un y tú más insufrible

Y así con todos los invitados a esta fiesta de las vanidades en la que las promesas marcarán indeleblemente el calendario con su manto efímero pero ruidoso

Porque eso es lo que nos espera: un calor de justicia que ha sido habitual para generaciones y generaciones de malagueños

Pero hete aquí que, pese al gran crecimiento de la ciudad en todos estos terrenos, Málaga está perdiendo parte de su alma en ese gran estirón

Siempre es un placer comprobar cómo la afluencia de público en las casetas en las que firman escritores noveles o ya consagrados crece cada año

Conforman un lienzo pleno de éxito que hace que concluyamos que, cuando Málaga trabaja unida, es imparable

La búsqueda del equilibrio siempre es compleja, pero debe ser el fin del buen gobierno

Una explosión de vida que se concreta en decenas de encuentros entre los hermanos de las distintas cofradías que, tal vez, no se hayan visto en un tiempo

Ya saben que el río que ya no lo es se ha convertido en toda una cicatriz hídrica cuya mera existencia es retratada una y otra vez en reportajes