“Si yo fuera rico...” Tal y como decía la letra de la canción que tan versionada ha sido y en tantos idiomas, ¿quién no sueña con que la lotería toque a su puerta? La inmensa mayoría de los mortales lo primero que haría sería viajar, pero después, la inversión más grande se haría en un bien inmueble. Hasta hace muy poco para buscar una vivienda de lujo, en una urbanización de alto standing, había que desplazarse a otras localidades de la Costa de Sol o, a lo sumo, al extrarradio.
Desde que el empresario Juan Luis Gómez, hasta ahora conocido por estar al frente de “Jamones Joselito”, se embarcara en la promoción Doncella Beach, hay una alternativa más que apetecible para una clientela de alto poder adquisitivo.
Los apartamentos
Doncella Beach es un conjunto residencial de gran lujo, una alternativa de alto nivel que impone los más elevados estándares de calidad, localización, seguridad y servicios, tanto de manera individual como en su conjunto.
Un paraíso en la Costa del Sol, conformado por 85 lujosos apartamentos distribuidos en siete elegantes edificios de diseño neoclásico, con jardines sinuosos, fuentes, plazas y paseos en primera línea de playa.
Los apartamentos en este complejo van desde los 650.000 euros de los más básicos, de un dormitorio y dos baños, a los tres millones y medio del ático dúplex, de cinco dormitorios y cinco baños, con casi 700 metros cuadrados, y que lo convierten prácticamente en una “villa en el aire”.
El marco es inmejorable. La urbanización, situada frente a la jefatura de Policía Local, en primerísima línea de playa, está a escasos metros del casco urbano, con lo que uno se libra de los inconvenientes de estar fuera de la ciudad.
Las calidades utilizadas en la promoción son las mejores del mercado, con las marcas más innovadoras y de renombre. La puerta principal de los apartamentos es de seguridad, los suelos son de mármol Bianco con rodapié de 15 centímetros, tienen aislamiento acústico entre las viviendas, calefacción en la vivienda por suelo radiante eléctrico, aire acondicionado con bomba de frío-calor, alarma y video portero conectados al control de seguridad, antena parabólica con tomas de TV en todas las estancias, caja fuerte con llave eléctrica, persianas eléctricas, la carpintería exterior es de madera de Iroko tratada... Por poner un ejemplo, solo la puerta de acceso del salón a la terraza le cuesta al promotor 3.000 euros.
Todo ello hace que las comodidades en los apartamentos sean máximas. Entre los pequeños detalles que las convierten en viviendas de lujo destaca que el acristalamiento de las terrazas lleva un sistema de infrarrojos que si alguien las toca desde fuera, hace que cambie el color y salte una alarma en la caseta de seguridad del vigilante (por supuesto, hay vigilancia 24 horas). Y es que la seguridad juega un papel fundamental, ya que los compradores buscan “tranquilidad y seguridad”, según asegura Juan Luis Gómez. Incluso hay un botón de pánico en el dormitorio principal, que el vecino puede utilizar en casos de emergencia para avisar al personal de la urbanización.
La domótica es también una buena baza a la hora de convertir las viviendas en apartamentos de gran lujo, ya que se ha utilizado un sistema sencillo, pero de última generación. Se puede controlar desde el ordenador, la Ipad o el móvil la iluminación de la vivienda, la calefacción o aire acondicionado, y las persianas.
Llama también la atención algo tan sencillo como que la tapa del WC no cae de forma brusca, sino que se suelta y se frena hasta cerrarse delicadamente.
Las cocinas tienen electrodomésticos Siemens. Entre los caprichos: los calienta-platos y las cafeteras empotradas. Más lujos en los apartamentos: jacuzzi en el baño, piscina propia en la terraza y servicio de jardinería en las terrazas de los apartamentos.
Las zonas comunes
Y si el interior de la vivienda es un lujo, aún lo son más las zonas comunes. La urbanización cuenta con 7.500 metros cuadrados de jardines mediterráneos, piscina comunitaria clorada por sal casi olímpica por sus dimensiones, piscina infantil, zona de spa con jacuzzi, sauna y baño turco, gimnasio con áreas de máquinas cardiovasculares y Yoga-relajación. Dispone además de chiringuito para la época estival. Todo ello, en un recinto totalmente cerrado con cámaras de seguridad y centro de control con vigilancia mediante sistema de video análisis.
Unas viviendas de ensueño solo al alcance de unos pocos, la mayoría extranjeros.