Diecinueve puntos y once rebotes (seis ofensivos) jalonaron los números del bastión madridista, Felipe Feyes, que obtuvo 31 de valoración. Ahora, el Madrid puede ser cabeza de serie en el bombo copero con sendas derrotas de badaloneses y canarios.
El Madrid quiso apurar las opciones de entrar como cabeza de serie con el mismo ánimo que sus invitados. Sin desaprovechar la ocasión de disfrutar de un buen partido contra unos vecinos que también valoran la diversión, esencia del mejor baloncesto, al que sometieron bajo una abrumadora superioridad en el rebote.
El georgiano Nikola Tskitishvili levantó el telón a golpe de corneta –anotó los siete primeros puntos fuenlabreños– en las inmediaciones del reino de Reyes. Un cuatro de cuatro en tiros de dos a los ocho minutos y las bondades de Tskitishvili reforzaban el aspecto del Fuenlabrada (14-14).
Pero el efecto de Reyes es de acción retardada. El internacional español anotó el 25-13 (m.11), primer aldabonazo local, y ya sumaba trece puntos de valoración y adelantaba a Tskitishvili en anotación. No sólo eso. También adelantaba la razón última de la desconexión que iba a desbancar al Fuenlabrada: el rebote de ataque.
Los blancos cogieron casi todo lo que cruzó el aire en la pintura visitante. Los primeros ramalazos de Oleson, a partir del intermedio (40-28), coincidieron con las últimas voluntades del cuadro entrenado por Luis Guill (29-26 m.14). Entonces pasaron por la línea de triples Bullock, Raúl López y el croata Marko Tomas. Un 9-0, el marcador súbitamente alterado (38-26 m.19) y el Madrid lanzado a por la séptima victoria liguera en las ocho últimas jornadas. La materializó sin titubeos en la segunda parte: 90-74.