Amaneceres en globo por la sabana africana, visitas a la Capilla Sixtina en privado, cenas a la luz de las velas en templos, alojamientos en palacios de maharajás, navegar en una goleta del siglo XIX por el Círculo Polar, recorridos por la Costa Amalfitana en descapotable, catas de vino por Alsacia, paseos en vespa junto a un guía por las calles de Roma, asistir a un concierto en la antigua residencia de Chopin en Varsovia y viajes en familia por las junglas de Costa Rica son algunas de las rutas o itinerarios exclusivos que ofrece esta firma, cuya filosofía es la de diseñar experiencias de calidad para grandes viajeros, en los que la excelencia y la originalidad son su sello de identidad.
Nuba es “la sastrería de las experiencias a medida”, que trabaja con sus propias “telas y patrones” con el objetivo de elaborar un viaje único y personalizado, señala Francisco Javier López, director de la oficina en Sevilla -la firma cuenta con once sucursales más por toda España-, que, consciente de la gran demanda de este tipo de viajes tan poco convencionales, decidió incorporarse al proyecto.
“Como amante de los viajes distintos, lo vi claro. Aquí diseñamos tu viaje, no vendemos un paquete turístico más”, señala López, que explica cuál es el secreto para que la demanda de estos productos tan caros -el viaje más barato y básico ronda los 3.000 euros- sea cada vez mayor a pesar de la época de crisis que atravesamos: “La exclusividad de los alojamientos, la excelencia en el servicio y una percepción única del destino -trabajan con corresponsales locales repartidos por 60 empresas en 40 países- hace tan deseable la oferta de Nuba”.
Una oferta sólo apta para privilegiados y bolsillos generosos o para satisfacer caprichos, eso sí, muy de vez en cuando