Griñán ha mostrado su satisfacción por que este debate haya servido para mostrar a los ciudadanos que la "discrepancia enriquece, que el debate hace democracia y que este Parlamento está vivo". Ha trasladado a los diputados que se sientan orgullosos de la legitimidad con la que ocupan su escaño y del mandato representativo que ostentan.
A su juicio, ha sido un debate propositivo y ha recalcado que tiene una sensación de alegría y contento por todo lo que se ha vivido en estos dos días en la Cámara autonómica, desde el convencimiento de que quienes siempre hemos luchado por la libertad y creído en la política "nos podemos ir alegres de no haber arriado esta bandera".
Tras indicar que, sin duda, los andaluces se han situado en el centro del debate, Griñán ha garantizado que las 27 medidas que ayer puso sobre la mesa van a estar en marcha en esta legislatura, sin excepción, y de manera especial las dirigidas a luchar contra el desempleo.
Se trata de medidas, según ha recalcado, que plantean nuevas respuestas a los problemas de quienes sufren más intensamente las consecuencias de la crisis y ha apuntando que incluso se ha demostrado que se pueden dar pasos "más arriesgados en materia de calidad democrática".
Según el presidente, esas 27 medidas están ya en las órdenes dadas a las distintas consejerías y forman parte de la hoja de ruta de aquí a final de año.
Ha indicado además que como presidente de la Junta tiene el compromiso y la responsabilidad política de llevarlas a la práctica, y se ha mostrado convencido de que su Gobierno va a ser capaz de seguir avanzando en el propósito de salir de la crisis, de crear empleo y de consolidar los derechos sociales.
Para Griñán, por encima de las discrepancias, hay oportunidades de diálogo, de confrontación y de acuerdo o desacuerdo. Ha expresado su plena confianza en la capacidad del pueblo andaluz para superar las dificultades y de su Gobierno para conservar la iniciativa y seguir siendo el "corazón político" de Andalucía.
El presidente de la Junta también ha hecho referencia a las manifestaciones y protestas que ayer se vivieron en las calles de Atenas tras las medidas aprobadas por el Gobierno griego, apuntando que esas escenas de ciudadanos parecían desmentir la sensación de optimismo que trasladaban las instancias oficiales por los ajustes que se van a acometer. Se ha preguntado cómo puede ser "que lo bueno para la economía sea malo para los ciudadanos".
