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España

El doctor Sillero y Jaén

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El Diario “Jaén”  publicó el pasado miércoles, día 17  de Diciembre, una         foto, en cuyo pié  se  informaba de que el Premio  “Hermenegildo Terrados” había sido concedido , en esta ocasión, al  Instituto de Estudios Giennenses “por su trayectoria y por su labor en el fomento del desarrollo cultural en la provincia”. En la imagen fotográfica aparecen el presidente de la Diputación, D.Felipe López, D. Antonio Martín Mesa, D. Pedro Galera y D. Pablo Carazo.

El Foro de Opinióny Debate celebró en el Hotel Condestable el acto de entrega del premio. No parece que haya nada destacable en la noticia pero sí que lo hay, ¡vaya si lo hay! Hace algunos años, un joven granadino, hoy jienense de adopción  y de corazón,  empezó su  andadura  profesional en el antiguo Hospital  Provincial, la siguió y concluyó en el Hospital  nuevo, construido  en  la Carretera de Madrid -hoy Hospital Neurotraumatologico- en donde, además de llevar la Jefatura de Servicio de Medicina Interna, fue su Director Médico. En ambos Hospitales fue Jefe y Maestro de muchos, muchísimos médicos. Su devoción siempre ha sido la medicina y su vocación la enseñanza. Un trocito de la Universidad de Granada se vino con él a Jaén. Hoy, ya jubilado, pero manteniéndose al día, escribiendo o dictando conferencias, viendo todo desde su Atalaya – con este título ya lleva publicados 3 gruesos volúmenes-  nos asombra a todos por su lucidez y su capacidad de trabajo. Claramente me estoy refiriendo a D. José Mª Sillero, el
Profesor, como cariñosamente lo llamo. Si todo esto no fuera ya más que suficiente, además, durante los últimos años ha sido Director del Instituto de Estudios Giennenses con una labor justamente premiada y cuyo premio ….¡¡¡ recogen otros que ni lo invitan a la ceremonia de entrega del mismo!!!  Ha dejado la dirección recientemente por voluntad propia y él, que nada pretende ni nada ambiciona, recibe marginación envuelta en precioso papel-olvido. De esto me he enterado de modo absolutamente casual. Supe del premio y cuando nos vimos en nuestro tradicional desayuno de los sábados, le pregunté por la ceremonia. -“A mi no me han invitado”, fue la sorpresiva respuesta ya que daba por seguro que habría asistido. La concesión del premio es justa, convocar una ceremonia para hacer la entrega del mismo, es lo adecuado, pero que algo no ha funcionado correctamente es evidente. A estas alturas el doctor Sillero ha recibido todas las muestras de cariño, gratitud y respeto que se merece. Este hecho es pues sólo una nota discordante.

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