En estos tiempos revueltos, cualquier justificación utilizada pudiera ser válida con tal de que la regulación sea la óptima y correcta ante una situación irregular y urgente. El Ayuntamiento portuense ha revelado un dato cuanto menos elocuente, hay quién está pagando por estar censado o por pretender serlo y hay quienes se están lucrando de una actividad fraudulenta a través de webs que dicen servir de intermediario para lograr estar regulado.
Pagar por algo que es gratis y que en ocasiones ni tan siquiera ha valido para conseguirlo. El único órgano que tiene potestad es el propio Consistorio portuense. Ninguno más. Empadronarse es tan fácil como gratis. Se puede hacer de forma presencial o de manera telemática.
A raíz de esta denuncia del propio Ayuntamiento, en este mismo medio nos hacíamos eco del aumento destacado que había esgrimido la ciudad desde el comienzo de la pandemia con más de 4.000 personas.
Una cifra importante y un dato ahora que reafirma la tendencia de un crecimiento destacado en el presente año y que puede continuar en ascenso. Usar maneras no legales por desconocimiento o por rapidez pueden llevar a que al final el asunto acabe en un problema hasta entonces inexistente. Al freno de los últimos años, hemos pasado ahora a que haya colas para empadronarse.
Desde el municipio si ha habido un tema que ha puesto todo el celo desde hace años, ha sido el de controlar el censo y facilitar en la medida de lo posible que la ciudad crezca. De hecho, el objetivo desde hace décadas es la de llegar a la cifra redonda de los 100.000 habitantes. El número trae algo más que alcanzar las seis cifras, con un reparto en ayudas públicas mucho más cuantiosas de las que llegan en la actualidad.