Tras la alegría en Europa toca recomponerse en la Liga. El próximo domingo (12.00 horas) el Sevilla recibirá en el Ramón Sánchez Pizjuán al peligroso Celta del “Toto” Berizzo, con el que regresará a Nervión un Iago Aspas que aunque no triunfó de rojiblanco bien sabe Emery de su peligro de cara al gol.
Sobre el papel, un partido que será vistoso para el espectador pero en el que los nervionenses deberán mostrar su mejor versión para levantar el vuelo en el campeonato doméstico. Así, aparcada la Champions por una semana, el plantel de Unai saltará al tapiz sevillista con su mejor once a sabiendas de la importancia de este encuentro y con el recuerdo de una última década en la que el Celta rascó demasiados triunfos en la capital andaluza.
Hasta cinco victorias se han llevado a Vigo en las últimas diez visitas oficiales al Sánchez-Pizjuán. Un crédito muy elevado para un equipo acostumbrado a plantarle cara al Sevilla como visitante. Fue en el año 2000 cuando comenzó esta favorable etapa celtiña. Aquel año el equipo entonces entrenado por Víctor Fernández sumó los tres puntos gracias a un solitario tanto de McCarthy. Aquello fue el inicio de cinco temporadas en las que el Celta no supo hacer otra cosa en Nervión que ganar y ganar. Además, como curiosidad, todos los triunfos por el mismo resultado (0-1). En 2006, el equipo entrenado por Juande Ramos logró romper esta nefasta racha. Ganó por 1-0 gracias al gol de Saviola. Le siguieron dos triunfos sevillistas más. Uno en 2007 (2-0) y otro en 2013 (4-1) tras el regreso de los vigueses a Primera.
Un año después del retorno volvieron a la senda de la victoria con su quinto 0-1 consecutivo, pero en el último envite de la pasada temporada los de Nervión se quedaron con los puntos con el tanto de Pareja. La empresa es difícil.
