Victoria al más puro estilo Betis en el Coliseum Alfonso Pérez. Una primera parte triste y gris, dio paso a un festival de goles y efectividad en los segundos 45 minutos que dejan al cuadro bético en como equipo Champions.
Misma alineación que frente al Valencia más la deseada vuelta en Liga de Beñat un mes después en el once titular en detrimento de Nosa.
Primeros minutos de imprecisiones en ambas escuadras, destacando sobremanera varios errores en el control de balón del centrocampista vasco, algo que indica que todavía ha de coger la forma y el tacto a la pelota al que tiene acostumbrado.
El primer tiro a puerta peligroso vino de la mano de Barrada que provocaba la intervención de Adrián en el minuto 6 de partido. Por otro lado, el Betis tocaba con facilidad hasta línea de tres cuartos de campo sin la profundidad necesaria en el último pase para crear ocasiones de gol ante un rival bien posicionado en el terreno de juego.
Álvaro, mandaba por encima del larguero una pelota sin mayor amenaza para la portería bética.
Los mayores problemas en una defensa verdiblanca que no tenía demasiado trabajo se manifestaban por la banda de Alex Martínez que una y otra vez era desbordado por Pedro León que en el minuto 32 disfrutó de una clara oportunidad dentro del área que por suerte mandaba al lateral de la red. Anodina la primera parte de los de Mel.
Sin novedades en cuanto a cambios en ambos conjuntos tras el descanso, el sino del choque no parecía alterarse en lo que al cuadro heliopolitano se refiere. Mientras, Pedro León no dejaba de de perforar la zona derecha de la zaga bética. Otra jugada suya a los cinco minutos de la segunda mitad era desaprovechada incomprensiblemente por Álvaro solo delante de Adrián.
Sin embargo, el desarrollo del partido iba a dar un giro radical en el ‘58 del segundo periodo cuando el técnico verdiblanco daba entrada a Jorge Molina por Campbell. Únicamente le bastó un minuto al de Alcoy para poner el 0-1 en el marcador en una fantástica triangulación tras pase interior de Salva Sevilla para Rubén castro que cedía el balón a su compañero ante la salida de Moyá para que anotara a puerta vacía.
Y si Molina supuso la revolución en el Betis, Luis García ponía también la carne en el asador con la incursión de Colunga y Paco Alcácer por Juan Rodríguez y Álvaro en el minuto 68. Dicho y hecho, fue en la siguiente jugada cuando el recién salido Alcácer que sacaba tajada de un balón largo y el consiguiente fallo defensivo de Paulao y Perquis para que Diego Castro hiciera el empate.
Pero la ‘película’ guardaba lo mejor para el final. Y es que Beñat aun estando mal, a balón parado destapaba el tarro de las esencias con un misil desde el pico izquierdo del área azulón que se colocaba por la mismísima escuadra en el ‘74. Acto seguido, cuando Mel inteligentemente quitaba a Beñat por Rubén Pérez, en una contra magistral llevada por Salva Sevilla era Rubén Castro quien cruzaba un potente lamentamiento poniendo el 1-3. Sin tiempo casi para respirar, Pedro León acortaba en el ‘89. Final agónico que solventaba Salva con un Getafe volcado en un tres contra el portero, marcando y sentenciando el choque y el triunfo a un Betis, ahora mismo, de Liga de Campeones.
