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Cristina Pedroche y el hipnoparto, no tendrá contracciones sino "olas uterinas"

"No voy a tener contracciones, voy a tener olas uterinas. Viene la ola, la cojo y la surfeo", afirma

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  • Cristina Pedroche. -

Cristina Pedroche está viviendo la etapa más dulce de su vida. En apenas dos meses se convertirá en madre de su primera hija junto a Dabiz Muñoz y, sin prisa pero sin pausa -y aunque continúa trabajando y todavía no se le pasa por la cabeza tomarse un descanso- ya ha comenzado con los preparativos para el nacimiento de la pequeña, cuyo nombre no ha revelado por el momento.

Y aunque reconoce que no tiene algunos elementos básicos para el cuidado de un recién nacido como el carrito o la bañera -"las tiendas de Madrid están llenas de cosas de bebé y tengo tiempo" asegura- sí está pensando ya en el parto. Y como ha revelado en 'Zapeando' está haciendo un curso de hipnoparto de cara al momento de dar a luz. Una técnica novedosa que como ha explicado "no consiste en que nadie te hipnotiza. Consiste en controlar tu respiración y hacer mucha meditación". "Para mí no voy a tener contracciones, voy a tener olas uterinas. Viene la ola, la cojo y la surfeo. La naturaleza me da unos minutos para estar tranquila, relajarme, y luego coger otra ola. A lo mejor no me tengo que poner epidural", ha afirmado emocionada.

Unas declaraciones que no han tardado en levantar una gran polémica en redes sociales y sobre las que Cristina se ha reafirmado durante la gala por el 15º aniversario de Vanitatis, donde ha recibido el premio a la 'Mujer del año 2023'. "Es una cosa que pienso y siento mucho. La decisión ha sido muy natural y orgánica. Llevo muchos años haciendo meditación, conociendo mi cuerpo, respiraciones* el hipnoparto es tener toda la información y poder tomar las decisiones, llegar al planeta parto en el que estás concentrada solo para que nazca el bebé" ha explicado, afirmando que "al final el parto no solo depende de mí" y el día que de a luz "no quiero sentir que nadie está tomando decisiones por mí. Quiero que sea un parto en el que la única voz que se escuche sea la mía".

Radiante con un dos piezas negro con el que ha presumido de su abultada tripa de 30 semanas de embarazo, Pedroche ha reconocido que "físicamente va a ratos". "Hay días que me levanto con ganas de comerme el mundo, puedo entrenar, salir, entrar, hacer reuniones, todo me va fenomenal y hay otros días que me levanto y de la cama al sofá. Escucho mi cuerpo, si mi cuerpo me pide eso es porque lo necesita, pongo el horno a funcionar y me relajo" confiesa, explicando que es algo que se está permitiendo porque "cuando nazca la niña ya no tendré esos ratitos de silencio en casa. Ahora me meto en meditación con respiraciones súper profundas y estoy en otro mundo, eso no va a ocurrir porque voy a tener el instinto maternal alerta".

"Un bebé lo único que necesita es el amor de sus padres, mi teta y dodotis. Luego ya iremos viendo. Yo quiero hacer colecho, darle lactancia* no me preocupa en excesivo tener la trona, la bañera* son cosas que ya iré comprando" afirma relajada, revelando que todavía no ha comprado casi nada para su pequeña.

A su lado, de manera inconcidional, Dabiz, para el que no tiene más que buenas palabras: "Solo con que me aguante es una ayuda maravillosa, esto va para arriba y para abajo, de repente lloro, me río, me enfado... controlas las hormonas es complicado. Yo a veces digo, pobre* me ayuda sobre todo con las comidas que parece una tontería, pero es muy importante alimentarse bien y me siento bien. Por eso a lo mejor no estoy engordando tanto, mi cuerpo me pide comer sano, Dabiz me da comida sana, también hago deporte todos los días, aunque sea solo andar, me viene muy bien para oxigenar el cerebro".

Además, Pedroche no ha dejado pasar la oportunidad de 'lamentarse' de las feroces críticas que ha recibido cuando ha lucido algún vestido transparente del estilo del que Irina Shayk ha llevado en el Festival de Cannes y por el que la top model no ha recibido más que piropos. "Al final no es lo que llevas o no, es quién lo lleva. Es que Irina es Irina, es una diosa del universo y todo el mundo le aplaude se ponga lo que se ponga. Yo levanto más ampollas, pero no pasa nada, yo voy a seguir poniéndome lo que me dé la gana. Iba guapísima, me encantó" ha zanjado.

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