Los sindicatos CCOO y UGT han lamentado este lunes la cuarta muerte en accidente laboral registrada en la provincia de Córdoba en lo que va de año. En este caso, el fallecido es un celador-conductor que ha sufrido un accidente cardiovascular cuando regresaba a su domicilio después de hacer el turno de noche de este lunes en un centro de la capital cordobesa, según las primeras pesquisas.
Según han expuesto los sindicatos en una nota, "este desgraciado fallecimiento, que apena profundamente a CCOO, ya que el fallecido era afiliado del sindicato y muy apreciado por sus compañeros, tanto en el sindicato como en su lugar de trabajo, pone de manifiesto la situación de gravísima falta de personal que se vive en la sanidad pública andaluza".
Al respecto, "los profesionales sanitarios llevan sobre sus espaldas dos años de pandemia, situaciones de estrés diarias, con unas urgencias colapsadas y sin que desde el Servicio Andaluz de Salud (SAS) se dé solución a todas estas carencias", han remarcado los secretarios de Salud Laboral de ambas fuerzas sindicales, Jaime Sarmiento (UGT) y Aurelio Martín (CCOO).
Así, han manifestado que "el personal sanitario está agotado y sobrepasado y el SAS es el responsable directo de esta muerte y de todos los accidentes y enfermedades mentales que están sufriendo los profesionales por el sobreesfuerzo que vienen realizando desde hace dos años".
Ambos sindicatos han recordado que "los accidentes cardiovasculares, como ictus o infartos, son la principal causa de muerte en el ámbito laboral y están íntimamente relacionados con situaciones de estrés". En esta ocasión, el fallecido trabajaba en el servicio de Urgencias del Carlos Castilla del Pino, "un servicio que se encuentra bajo mínimos", han apostillado.
De hecho, los sindicatos llevan reclamando un tercer punto de urgencias en la zona de Levante "desde hace años para aliviar la presión asistencial de las urgencias extrahospitalarias, sin que por el momento se haya puesto en marcha".
Como es habitual, CCOO y UGT se concentrarán en los próximos días por este fallecimiento que, según han defendido, "podría haberse evitado si el SAS, en vez de desmantelar la sanidad pública y poner en riesgo a su personal, apostara por una sanidad de calidad, que implica, entre otras cuestiones, una suficiente dotación de personal".