Juan Manuel Bermúdez llegó al Ayuntamiento en junio de 2011, primero como concejal y prácticamente un año después, asumió la Alcaldía hasta la actualidad bajo las siglas, primero de Izquierda Unida y luego por Unidas Podemos. Es profesor de Educación de Primaria, labor que desempeñó en el CEIP Los Bateles. Diez años después encara un año, 2022, con ilusión y satisfecho por la respuesta que el pueblo de Conil ha dado durante los peores meses de la Covid-19.
Sí, yo me voy a presentar. En principio yo tengo el apoyo de mis compañeros. Llegará el momento y si hay algún candidato o candidata, pues será la organización quien lo decida. Pero desde el punto de vista personal mi disponibilidad es absoluta para volver a revalidar la Alcaldía si se puede¿Cómo están siendo estos meses en los que, por ahora, ya se ha superado la época más dura de la pandemia?
–La situación ha cambiado bastante como estamos viendo en las calles, en los comercios, en todo lo que es el sector servicios y turístico. Ahora estamos más tranquilos, muchos ya estamos vacunados, aunque en estas últimas semanas vemos como la incidencia y el número de contagios están volviendo a aumentar. En concreto en Conil, no, pero en otros municipios sí como La Línea o Barbate. Por lo tanto, todavía no podemos decir que ya ha pasado pero lo que sí vemos es que sí hay recuperación económica. Se está generando empleo y la temporada estival ha sido bastante buena, tal y como nos comenta el sector empresarial. Por lo tanto no tiene nada que ver con los primeros meses que vivimos en los que, por ejemplo, el verano de 2020 que fue de dos meses, y en el que muchas familias de Conil dependen de él, pues conllevó un invierno muy duro. Ahora parece que está todo más tranquilo, aunque sin bajar la guardia. Estamos recuperando un poco el antes de… los niveles de antes de la pandemia.
¿Y desde el Ayuntamiento qué ayudas se pusieron en marcha?
–Nosotros pusimos en marcha el plan reactiva donde mantuvimos reuniones con todos los sectores, entidades y asociaciones de la población para elaborar un documento en el que adaptábamos los presupuestos y analizábamos qué teníamos que hacer para dar respuesta a la pandemia. Y en ese sentido salieron multitud de cuestiones, desde la puesta en marcha de planes de empleo, de proyectos pendientes usando el remante positivo de Tesorería que por fin el Gobierno Central, y debido precisamente a la pandemia, autorizó a los ayuntamientos a utilizarlo. En temas de Urbanismo bonificamos el Impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras, ICIO, en un porcentaje bastante alto entendiendo que el sector de la construcción se estaba reactivando y podía ayudar, y por lo tanto animábamos a constructores y personas a iniciar un proceso de construcción. Eso genera empleo, desde el electricista al albañil. También lo hicimos en el ámbito de la cultura, en la que se decidió contratar a todos los artistas de la localidad. No era para solucionarles la vida, pero sí para aportar un granito de arena. También pusimos en marcha ayudas económicas para pymes y autónomos. Pusimos en marcha un plan de empleo dotado por casi 700.000 euros en el que contratamos a muchas personas durante seis meses. En definitiva, en todos los ámbitos establecimos en ese plan reactiva qué queríamos hacer y cómo dar respuesta con los recursos con los que cuenta el Ayuntamiento. Y se ha cumplido en un porcentaje bastante alto, por lo que estoy mucho satisfecho del mismo. Y luego también nos centramos en los servicios sociales, que era un aspecto muy importante del mismo, donde se aumentaron las partidas, donde fuimos capaces de crear una mesa de emergencia con todos los colectivos sociales que se dedican a ayudar a nuestro pueblo y donde fuimos capaces de coordinar y dar respuesta desde la persona mayor que necesitaba ir al médico o comprar en la farmacia, hasta a aquellas que por circunstancias no tenían ningún ingreso y necesitaban alimentos. La respuesta coordinada que se ha dado desde el pueblo de Conil es para estar muy satisfecho.
¿Estar unidos como pueblo ayudó?
–Sí, ayudó a que diésemos una respuesta como pueblo. Eso es importante, e imagino que habrá ocurrido en todos los pueblos, porque se da esa sensación de unidad frente a las dificultades y en ese sentido, eso lo viví de manera muy directa y me sentí muy orgulloso de ser capaz aunar esfuerzos, de ser solidarios y de dar respuesta a esas personas, que muchas de ellas nunca habían tenido que ir a Asuntos Sociales y en esa época dura sin duda alguna lo necesitaron.
Y este verano ha sido espectacular respecto al turismo, pero ¿en qué situación está la problemática de los aparcamientos?
–Lo voy a decir. Afortunadamente faltan aparcamientos en la época estival. La cuestión es que muchas veces la respuesta a esa necesidad de aparcamientos es muy compleja por las características que tiene el pueblo de Conil. Se habilitan parcelas para poder aparcar. Hay parcelas en la ronda norte, algo más alejadas del casco histórico, pero ahí hay espacio pero vemos muchas veces que esas parcelas están vacías porque, estamos acostumbrado a ello, es aparcar cerca del sitio donde vas. En los planteamientos que se hacen de parking subterráneos en el Paseo Marítimo, el problema es la viabilidad económica de una infraestructura como esa. Son muchos millones de euros que desde lo público es complicado, como lo es también para empresas privadas. Una empresa no se atreve a realizar una inversión si a largo plazo no va a tener viabilidad importante. Y aquí hablamos de que la presión del aparcamiento en Conil vamos a poner que son tres, cuatro meses. Del 15 de junio al 15 de septiembre... ojalá fuese mucho más.
¿Pero qué medidas se toman?
–Lo que hacemos es habilitar aparcamientos en muchas zonas de Conil y lo que he mencionado, los que están más alejados no se llenan. El hecho de desplazar el ‘piojito’ hasta al recinto ferial también ha ayudado a que toda esa zona se haya convertido en una explanada importante de aparcamiento. Y en Conil las distancias no están lejos, siempre claro que hablemos de personas jóvenes y mediana edad. Si hablamos de personas mayores, pues sí es complicado. Otras de las medidas que estamos poniendo en marcha, cuya ordenanza se aprobó el mes pasado, es la zona verde destinada a residente. Donde solo puede aparcar el residente, lo que ayudará a que determinadas calles del municipio se dediquen sola y exclusivamente al residente, y el turista y el que venga de fuera también va a encontrar en ese barrio zonas de aparcamiento, pero sin duda alguna debemos favorecer al que vive aquí todo el año. Se pondrá en marcha a partir del 1 de enero. También estamos planteando un aparcamiento en superficie con tres plantas en la zona de La Bodega. Pero bueno, bendito problema.
¿También se ha aprobado un plan de accesibilidad?
–Sí, ya lo hemos aprobado y nuestra idea es poco a poco, ponerlo en marcha. Lo que tenemos que ir es buscando ciudades cómodas y accesibles para todos los vecinos y vecinas. Existe un plan de movilidad también donde decidimos qué modelo de ciudad queremos… con plataformas únicas en todas las calles que se van arreglando, eliminando obstáculos, eliminado acerado para hacer de Conil una ciudad amable. Ahí tenemos proyectos importantes que se van a poner en marcha. Así, en la calle Laguna contamos con una inversión de 500.000 euros para remodelarla completamente con un tratamiento similar a la calle San Sebastián donde la prioridad es el peatón. Tenemos también una subvención a través de la ITI del programa Ciudad Amable, dotada con 1.200.000 euros, donde a través de un proceso de participación ciudadana vamos arreglar todas las calles desde la Rotonda del Punto hasta prácticamente el Centro de Salud. Y esa línea es la que queremos seguir .
¿Turismo de calidad y de cantidad?
–A ver, nosotros lo que queremos es que el turista que venga a Conil disfrute de nuestro pueblo, conviva con la gente y que respete las normas de convivencia. Me da igual quien venga y como venga. Me da igual su nivel económico porque todo el mundo tiene derecho a disfrutar, por lo tanto aquí es bienvenido todo el mundo, eso que queda claro. Todo el mundo que venga a disfrutar y a respetar unas normas de convivencia, y aquellos que vienen creyéndose que aquí pueden hacer lo que les dé la gana, pues sin duda alguna se van a encontrar con ordenanzas, normativas y con todo lo que podamos hacer para evitar pues temas como las despedidas de solteros. En este aspecto hemos conseguido prohibir la entrada de autobuses que se dirigen a discotecas. Hemos puesto en marcha muchas medidas para atajar ese tipo de turismo que a determinadas horas de la noche no respetan las mínimas normas de convivencia. No es si turismo de calidad o de masas, queremos turismo que respete. Conil es un pueblo abierto.
¿En qué situación se encuentra la vivienda?
–Este un tema difícil y que hay que analizar muy bien. Desde el punto de vista de las normativas que hay en la actualidad, pues en municipios turísticos se está convirtiendo en un verdadero problema por el precio y el alquiler. Es un problema grave que no solo afecta a Conil, sino a casi todos los municipios turísticos. El precio de la vivienda es desorbitado y también es muy complicado encontrar un alquiler para todo el año. Yo no es que esté en contra de las Viviendas con Fines Turísticos (VFT), pero creo que la regularización existente está condenando a pueblos costeros como vemos también desde Barbate a Cádiz. Todo el que tiene una vivienda, y está en su derecho, opta por el alquiler turístico y esto ocasiona un problema. Por lo tanto, si la Junta de Andalucía no quiere coger el toro por los cuernos, al menos que nos deje a las ayuntamientos regularlos en el sentido de ordenar y decidir cuál es la capacidad de VFT que puede tener el municipio. Podemos decir que si un casco histórico ya está saturado, pues a lo mejor hay que limitar y decir que allí ya tenemos un 40 por ciento de VFT y de ahí no podemos pasar, y el que venga después deberá esperar a que alguno se dé de baja.
¿No podéis hacer nada?
–Ahora mismo no tenemos capacidad para regular las VFT. Sí los apartamentos turísticos y los hoteles. Pero ese problema no lo tenemos en Conil. Es decir, el problema no son los apartamentos, ni los hoteles, el problema es la vivienda que solo necesita un documento… darte de alta en la Junta y el Ayuntamiento no interviene para nada. Nosotros lo que decimos que como no está sujeto a licencia, pues que algún modo sí lo esté y sea el Ayuntamiento quien regule, controle y decida qué porcentaje de VFT puede haber en determinados barrios. Es un poco lo que está haciendo Cádiz. Estamos muy atentos a cómo lo va hacer.
¿Y en cuanto a promociones propias?
–Estamos construyendo viviendas de protección oficial para venta y alquiler a pesar de haber vivido una etapa en la que no ha habido ayudas de ningún tipo. Empezamos a construir 19 VPO en régimen de venta que ya las hemos entregado. Ahora estamos en una promoción de 28 VPO en régimen de alquiler y tenemos en cartera dos promociones más, una de ellas con una subvención ya concedida para 18 y 19 más que están pendiente de la adjudicación definitiva. Estas VPO van dirigidas a todas las personas demandantes de empleo y que cumplan unos baremos establecidos. Quienes tengan más puntos serán las beneficiadas.
¿Y para los jóvenes en concreto?
–Lo que hemos intentado ha sido comprar viviendas en el casco histórico. Tenemos para ello unos fondos europeos. Pero nos hemos encontrado con una dificultad importante. Y es que nadie quiere vender la vivienda y en ocasiones por dificultades de la situación administrativa en la que se encuentra: con escrituras que no están al día, donde hay varios propietarios, etc. En concreto, acabamos de aprobar en Junta de Gobierno una inversión de 900.000 euros para intentar comprar viviendas en el casco histórico. Ya esos pliegos salieron en su momento, se presentaron cinco o seis viviendas, de las cuales solo pudimos adquirir una. Y esas viviendas sí van dirigidas a jóvenes con hijos menores con el objetivo de repoblarlo y haya vida.
Ha comentado que apenas habéis recibido ayudas... ¿qué relación mantiene con la Junta?
–Una cosa es el ámbito político y otra el día a día de la gestión. En el primero estamos en desacuerdo en multitud de cuestiones y en cómo plantean la solución a problemas como en sanidad, educación, en servicios sociales o en qué dedicar los presupuestos. Pero sin duda alguna, al final las relaciones del día a día deben ser cordiales entre administraciones independientemente que en el ámbito político reclamemos mejoras en ya sean educativas, sanitarias, etc. Pero en la relación personal siempre debe existir el respeto y ahí no tengo ningún problema para dirigirme a los delegados y delegadas territoriales de la Junta. Diferente es ya que luego en esas demandas te hagan caso, que en la mayoría de las veces no hacen caso. Por ponerte un ejemplo: estamos pidiendo mejoras para el centro de salud de la Atalaya y que se dote de más personal, y del Colorado, para que se doten de más personal y dé respuesta a todos los vecinos que viven en el campo, y sin embargo nos encontramos que en verano cierra. O desde el punto de vista educativo pidiendo que no se cierren aulas, pero éstas se siguen cerrando y por lo tanto masificando las mismas. Esa es nuestra lucha diaria, desde el respeto siempre, pero sin duda alguna las políticas que plantean desde la Junta pues no van en la línea que nosotros entendemos para tener unos servicios públicos fuertes y de la calidad.
-¿Qué relación mantiene con el resto de partidos que conforman la oposición en Conil?
–Yo me centro en solucionar los problemas y en gobernar. Quien se quiera sumar y aportar ideas, pues la mano tendida. Aquí cada cual que saque sus conclusiones. Yo le tiendo la mano a todos y unos hacen una oposición constructiva y otros destructiva. No voy a decir quién sí o quién no. Pero claro, hay cuestiones que ponen de manifiesto que el interés y la forma de hacer política pues la decide cada partido y ya los ciudadanos decidirán. Yo estoy centrado en trabajar y sacar proyectos hacia adelante y hacerlo lo mejor posible para mi pueblo.
¿Tiene pensado volver a presentarse a la reelección?
–Sí, yo me voy a presentar. En principio yo tengo el apoyo de mis compañeros. Llegará el momento y si hay algún candidato o candidata, pues será la organización quien lo decida. Pero desde el punto de vista personal mi disponibilidad es absoluta para volver a revalidar la Alcaldía si se puede.
¿Cómo ha vivido la lucha interna de las distintas fuerzas de izquierda en Andalucía?... De nuevo, falta unión.
–Siempre ha sido un problema histórico de la izquierda, pero lo que me llama mucho la atención es que ahora, con un proyecto tan ilusionante como era Adelante Andalucía, no sé si por egos personales o qué otras razones, Teresa Rodríguez ha derivado hacia un proyecto nacionalista andaluz, que bajo mi punto de vista no tiene sentido alguno cuando había un sector importante de la izquierda que estábamos unidos y estábamos haciendo un buen trabajo. Pero bueno, son circunstancias que se dan en la izquierda y donde nosotros no respondemos a intereses personales, al menos desde IU que solo pretende la unidad de la izquierda y siempre lo hemos demostrado. De hecho en el gobierno local estamos como Unidas Podemos y esa es la línea, es decir, desde la izquierda dar respuesta a los problemas sociales. Y lo podemos ver con la respuesta y el escudo social que ha habido en esta crisis, y la protección que se ha dado al trabajador, a las empresas y a los servicios sociales que se ha dado desde el Gobierno, difiere y mucho de la que se dio en la anterior crisis que yo viví también como alcalde. Me quedo con la respuesta de la izquierda que ha sido capaz de reaccionar, de unirse y formar gobierno en momentos tan complicados para dar respuesta. Y eso es lo que quiero también para Andalucía.
¿Cómo ha vivido el conflicto del metal?
–Lo hemos vivido con preocupación, pero creo que era el momento de decir aquí está la provincia de Cádiz unida. Desde el Ayuntamiento convocamos una concentración de apoyo y yo me he acercado a más de una manifestación. Sin duda alguna no podemos quedarnos pasivos ante la eliminación de derechos y al menos tener un salario digno que vaya en consonancia con el incremento del IPC, que sube todos los años y sin embargo los salarios se mantienen estancados. A esta situación creo que era el momento de salir a la calle y decir aquí estamos. Ojalá saliesen otros sectores a unirse y a reivindicar esas mejoras en los convenios porque cuentan con salarios que no son dignos. Tenemos el ejemplo del como del tercer sector y la Ley de Dependencia, donde su trabajo, muchas veces vocacional pero extraordinariamente difícil, donde el salario no está a la altura
¿Las navidades cómo se enfocan?
–La verdad es que con mucha incertidumbre porque lo que hablamos al principio, vemos cómo la tasa de incidencia vuelve a subir y por lo tanto, nuestro planteamiento es organizar actividades pero la mayoría intentando que no sean de masificación de personas. Haremos la ‘zambomba’ tradicional, las actividades culturales, el encendido del árbol, la Cabalgata de Reyes, por supuesto… la entrada de los mismos por La Fontanilla que es algo ya típico y es un villancico de aquí. Pero fiestas de mucho éxito como eran las preuvas o las fiestas el día 24 en las carpas, pues este año, en principio, la decisión es que no se van a hacer.
¿Los Carnavales?
–En febrero. La Mesa del Carnaval, en la que está la Delegación de Fiestas junto con representantes del carnaval de Conil, se reunió y decidió mantenerlo en febrero.
Y para concluir, ¿qué proyectos saldrán a la luz en 2022?
–Para el año 2022 tengo puestas muchas ilusiones. Creo que antes de que finalice el presente año vamos a tener una respuesta a los fondos europeos a los que nos hemos presentado con un proyecto para la remodelación total del Paseo Marítimo para que éste, que se realizó en la década de los 90, necesitamos ahora que sea más amable y en el que podamos disfrutar de la familia, pasear, con zonas verdes, zonas de descanso, zonas de juego infantiles, y donde además pretendemos en la zona del río construir un centro de actividades náuticas. Y la verdad es que es un proyecto muy ilusionante, con una inversión de cuatro millones y medio de euros... todo apunta a que nos lo van a conceder, no sé si con la inversión completa o algo menos, pero la comunicación que tengo es que va a salir adelante. Luego también nos hemos presentado a fondos europeos para la regeneración de calles para mejorar su accesibilidad y también para convertir la calle Chiclana en un espacio comercial, por importe de un millón doscientos mil euros. Son proyectos de futuro. Y a corto plazo son muchos y la mayoría ya están contratados, desde el centro cívico que estamos construyendo en el recinto ferial, el arreglo de la calle Laguna, el centro de estudios en El Colorado, al centro gastronómico en el Mercado de Abastos… en definitiva todos estos proyectos verán la luz de un momento a otro como el Mercado del Arte, que ya ha concluido el proyecto para ponerlo en marcha el año que viene, o la nueva oficina de Turismo en el antiguo cuartelillo de la Policía, así como la remodelación del nudo que hay en el Paseo Marítimo.