La empresa municipal de vivienda Emsisa ya ha firmado un total de 37 convenios con propietarios de viviendas de Chiclana para la ejecución del programa Ciconia, a través del cual el propietario alquila su propiedad a la empresa municipal, que a su vez realquila entre los demandantes de viviendas de Chiclana. En este sentido, el propietario tiene garantizado el ingreso por parte de Emsisa por el alquiler del inmueble y, además, la tranquilidad de que, una vez finalice el contrato, será devuelto en estado óptimo por parte de la empresa municipal.
De esta forma, hay que recordar que el programa Ciconia se puso en marcha en 2019, año en el que se firmaron ocho convenios con propietarios de viviendas de la ciudad; la misma cantidad que en el año siguiente; mientras que en 2021 se incrementó el número de convenio hasta los 18. Y en lo que va de 2022 ya se han firmado tres nuevos convenios entre Emsisa y propietarios de inmueble, lo que completa el total de 37 hasta la fecha. “Tras dos años en los que la incertidumbre, más aún con la llegada de la pandemia, provocaba que los propietarios no se animaran a participar en este programa, pudimos comprobar cómo en 2021 ha habido un incremento sustancial del número de solicitudes”, comenta el alcalde de Chiclana, José María Román, quien añade que, “no obstante, ante la alta demanda existente en Chiclana, es necesario que los propietarios de aquellas viviendas que actualmente no están en carga puedan participar, beneficiando así a las familias que lo necesitan”.
“Este programa lo pusimos en marcha porque nos encontramos con muchas personas que no consiguen que una inmobiliaria o propietarios le alquilen la vivienda, seguramente por la inseguridad de la propiedad de saber si va a cobrar ese alquiler. Lo que queremos es que ese parque de vivienda vacío entre en carga para aquellas personas que buscan una casa, pero no consiguen que nadie se las alquile por una nómina baja o por temor a impago”, incide el alcalde. “Por ello, queremos animar a esas personas que tienen viviendas vacías a que se acerquen a Emsisa y se informen del programa, porque el elevado número de viviendas privadas que se han adherido a este plan Ciconia son clara muestra de que se garantiza el pago al propietario, haciendo que las personas demandante de vivienda tengan más opciones para acceder a alquileres sociales”, expresa.
Plan Ciconia
Hay que recordar que este programa consiste en la cesión de viviendas privadas a Emsisa. En este sentido, se lleva a cabo un contrato de cesión de uso entre Emsisa y el propietario, por un plazo mínimo de siete años, que autorice el arrendamiento de la vivienda a terceros, en el que se pactan los términos en que se lleva a cabo la gestión de las viviendas, su mantenimiento, conservación y reparación de desperfectos, plazo y prórroga, así como aseguramiento del cobro de la renta. Además, la empresa municipal destina la vivienda arrendada a alquiler social a personas, unidades familiares o unidades de convivencia inscritas en el registro de demandantes de viviendas por una duración de un año, prorrogable hasta siete. Y, por otro lado, Emsisa contrata un seguro de hogar e impago de alquiler con defensa jurídica para cada vivienda cedida.
Hay que destacar que las personas propietarias que ceden sus viviendas a Emsisa reciben como contraprestación una renta periódica pactada con la empresa municipal en el convenio, que se fija en función de distintos criterios como accesibilidad, ubicación, equipamiento interior de la vivienda y estado de conservación, hasta un máximo de 350 euros para viviendas de un dormitorio, 400 euros con dos dormitorios, 450 euros con tres dormitorios y 500 euros con cuatro dormitorios. Además, durante la vigencia del contrato, Emsisa se hace cargo del IBI de dicha vivienda.
Por su parte, el arrendatario de la vivienda debe estar inscrito en el registro municipal de demandante de vivienda. En cuanto al precio del alquiler, éste es el resultado de aplicar una bonificación de hasta el 60 por ciento prorrogable sobre el importe de la contraprestación pactada por Emsisa con el propietario, siendo el inquilino el encargado del pago de los importes de los suministros de agua, electricidad y gas.