El concejal de Tráfico y Movilidad, Javier Marín, ha informado hoy sobre un cambio en la organización del tráfico en la principal arteria de comunicación entre Arroyo de la Miel y Benalmádena Pueblo: la avenida Arroyo Hondo.
“Mañana jueves 2 de septiembre comenzarán los trabajos de pintura en la avenida Arroyo Hondo, en el punto en el que confluye con avenida de la Yedra, para establecer una bifurcación para ampliar a dos carriles el tramo que va desde este cruce hacia la glorieta de Marifé de Triana”, ha anunciado Marín.
“En el sentido inverso, desde Arroyo de la Miel hacia Benalmádena Pueblo, se reducirá en el mismo tramo de los dos actuales carriles de subida a uno solo”, ha matizado Marín
“Con esta actuación buscamos dotar de mayor fluidez a esta avenida, la principal vía de conexión de Benalmádena Pueblo con Arroyo de la Miel, una vez constatamos el buen resultado de este cambio tras la realización de una prueba piloto de forma previa por parte de la Policía Local, durante los meses de invierno y en las horas de máxima afluencia de vehículos en esta vía”, ha explicado el concejal.
“Hace año y medio realizamos un plan de mejora de la movilidad para esta zona, un estudio que ya recogía esta media como posible solución para dotar de mayor fluidez al tráfico en este enclave”, ha recalcado.
Los trabajos de pintura para modificar el sentido de los carriles en este tramo se desarrollarán el jueves 2 y el viernes 3 de septiembre, y a lo largo de las próximas semanas se instalarán las diversas señales de tráfico verticales en toda la avenida.
“Se trata de una medida de carácter permanente, avalada por los resultados de las pruebas piloto realizada de forma previa, e irá acompañada en un futuro de una obra en la confluencia entre la glorieta de Marifé de Triana y la entrada a Montealto”, ha adelantado.
Respecto a la posibilidad de ampliar el número de carriles para que haya dos tanto en sentido ascendente como descendente, el concejal ha aclarado que esa configuración “no cabría en el espacio de calzada disponible, y obligaría al Ayuntamiento a iniciar unos procesos de compra y enajenación de terrenos inasumibles por la administración local”.