No se sabe desde cuando arranca el calificativo de ‘la Bella’ aplicado a Málaga. Se cree que fue el poeta Salvador Rueda el primero que expresó lo de ‘Málaga la bella’ en su libro ‘Cantos de la vendimia’, publicado en 1891. En el poema ‘Málaga, Copla popular’ expresa: ‘Esta es Málaga la bella, / paraíso en que nací, / entre sus luces viví / y mi ser formóse en ella’. Esto no significa que el sobrenombre de ‘la Bella’ fuese originado por Salvador Rueda, aunque no se conoce autor anterior.
Se cree que en las antiguas coplas malagueñas, de siglos atrás, se cantaba literalmente lo de ‘Málaga la bella’, aunque no tengamos constancia escrita de ello. El cantaor jerezano Antonio Chacón incluía en su repertorio una malagueña que decía textualmente ‘¡Viva Málaga la bella!’, creada por el almeriense Francisco Giménez Belmonte (1864-1925), apodado ‘El Ciego de la Playa’. Sin embargo es posible que tal copla fuese escrita después de 1891, en que Salvador Rueda publicó su libro.
En 1904 se estrenó la zarzuela ‘¡Adiós, Málaga la bella!’, compuesta por José Carlos Cabas y Antonio Sáenz. De esta zarzuela citan Francisco Barrabino y Mariví Verdú y dicen que la copla ‘Malagueñas de fiesta’, perteneciente a esta zarzuela, es probablemente la malagueña más antigua y popular. La letra dice así: ¡Adiós, Málaga la bella, / adiós Málaga, que sí! / Tierra donde yo nací, / para todos fuiste madre / y madrastra para mí. / ¡Adiós, Málaga la bella!’ No obstante, la zarzuela es posterior al libro que Salvador Rueda publicó en 1891.
El poeta nicaragüense Rubén Darío, en su libro ‘Tierras solares’, de 1904, escribe en el capítulo dedicado a Málaga: ‘Esta es la dulce Málaga, llamada la bella, de donde son las famosas pasas, las famosas mujeres y el vino preferido para la consagración’. Posteriormente, en 1920, don Ramón del Valle Inclán escribiría en ‘Luces de Bohemia: ‘… cuando me premiaron en los Juegos Florales de Málaga la bella’.
Paralelamente al calificativo de ‘la Bella’, a Málaga se la ha aclamado poéticamente como ‘cantaora’. Es lo que escribe Antonio Machado en su poema ‘Andalucía’, donde califica a Málaga de ‘cantaora’. Con todo, el sobrenombre de ‘la Bella’ dado a Málaga figura hoy en numerosas piezas del folklore malagueño y en multitud de poemas y libros. Sin ir más lejos, en la obra ‘Málaga me quema dentro‘, que tenemos a mano, leemos este gracioso cantar: ‘Málaga es algarabía, / Málaga es fulgor de estrella / y es el sol de la alegría. / ¡Viva Málaga la Bella!’