Ceballos llegó al convento dominico en compañía del vicario general, Guillermo Domínguez Leonsegui, sobre las 10.30horas. A su llegada, los más de treinta desempleados le saludaron con una enorme muestra de agradecimiento.
Uno de los desempleados, de dicha plataforma, declaró que en la noche del miércoles, tras iniciar el encierro en el interior del Convento, decidieron ubicarse en el claustro, para no molestar con su presencia a la normalidad en los cultos que se celebran en la Iglesia.
Los manifestantes colocaron colchones y sacos de dormir y establecieron turnos de vigilancia y limpieza para mantener el claustro y los servicios en perfectas condiciones.
El obispo se interesó por el estado anímico de esta treintena de padres de familias y les tranquilizó con palabras de esperanza, recordándoles que Cáritas Diocesana estaba al corriente de todo lo acaecido y dispuesta a colaborar en medidas de recaudación de alimentos.
El grupo decidió adoptar esta medida después de cinco semanas de concentraciones diarias ante el Ayuntamiento y movilizaciones en otros puntos de la ciudad. En días atrás los manifestantes expusieron sus reivindicaciones en el Consistorio, Diputación Delegación Provincial de Empleo y Subdelegación del Gobierno, sin obtener resultados por el momento. De ahí que decidieran ampararse en el Templo donde se da culto a la Patrona de la Ciudad.