Marina recibe el visto bueno a la ampliación del hotel Puerto Sherry

En pleno enfrentamiento con la Federación Andaluza de Vela (FAV) por la ocupación de suelo del complejo náutico deportivo, Marina Puerto de Santa María recibió ayer buenas noticias, ya que el consejo de administración de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) ha autorizado la construcción del llamado segundo hotel (el antiguo Rachet Club) y que pasará a denominarse Las Suites de Puerto Sherry.

La concesionaria del puerto informó del visto bueno de Puertos del Estado al proyecto presentado el pasado mes de marzo, el cual supone un cambio respecto a la idea original consensuada entre las partes y el Ayuntamiento, ya que Marina optó por hacer un proyecto y una inversión mayor, uniendo los dos hoteles. El nuevo Las Suites de
Puerto Sherry tendrá 40 habitaciones y se anunció una inversión de en torno a los diez millones de euros. Para iniciar las obras resta que la Consejería de Turismo le otorgue la calificación y se tramite la licencia de obras ante el Ayuntamiento.

Cancelación de la regata

Por otro lado, Marina quiso puntualizar algunos datos respecto a la cancelación de la regata Isabel La Católica, motivada por la ruptura de relaciones con la FAV. La concesionaria explica que el Club Náutico Puerto Sherry no puede asumir esta regata ya que está federado y se rige por las normas de competición de la Federación Andaluza de Vela, como así se les transmitió a los participantes cuando se les remitieron las bases de la competición. A falta de dos semanas escasas para su celebración, el Club señala que no puede utilizar los reglamentos de otra federación o institución que no sean los de la FAV.

Este organismo había comunicado el 25 de junio al Club Náutico, a través de una carta firmada por Nicolás Mariño, director técnico de la FAV, que una vez rotas las relaciones en el calendario de esta federación no se contemplaba la disputa de la regata. Además, se le obligaba al Club Náutico a eliminar el logotipo de la FAV y a no utilizar su nombre en los anuncios de la regata y prohibía, también, utilizar los reglamentos de competición que administra. De todo ello había informado a la Capitanía Marítima de Cádiz, que es la que debe autorizar la celebración de las regatas, por lo que el Club Náutico entiende que se cerraron todas las puertas.