La refinería de Cepsa en Huelva, que este año celebra los 50 años del inicio de su construcción, es la niña bonita de la petrolera de las tres con que cuenta en España (junto a Algeciras y Tenerife). Tras su modernización hace un lustro con una inversión de 1.100 millones de euros, el reto de su nuevo director desde hace diez meses, José Antonio Agüera, es pujar por que la instalación siga siendo competitiva a escala mundial.
Ante los últimos episodios de malos olores químicos en la ciudad y el área metropolitana de Huelva, el directivo con 25 años de trayectoria en Cepsa asegura estar “tranquilo” porque no proceden de la refinería: “Sabemos lo que emiten nuestras chimeneas, estamos por debajo de todos los límites de emisiones establecidos y somos los primeros interesados en aclarar la procedencia”.
¿Con qué retos se ha incorporado al cargo?
–Tras diez meses desde mi nombramiento, los retos son ilusionantes. La clave es lograr un nivel de eficiencia alto para que la refinería tenga futuro. Esto se sustenta sobre dos pilares: seguridad y respeto ambiental. Es cierto que cada vez es más complejo y costoso lograr ganancias de eficiencia, conforme avanzamos. Pero nos sorprende cada día las oportunidades que identificamos, que en un 90% proceden de nuestra propia plantilla. El plan que iniciamos en 2012 y terminó en 2014 nos ha permitido ganar 1,5 dólares de margen por cada barril que procesamos. El nuevo plan para los próximos 4 ó 5 años se mantiene en la misma línea.
¿Cómo afecta el bajo precio del petróleo?
–Normalmente, cuando el crudo ha bajado, los márgenes del refino han subido, pero con la gran volatilidad del mercado también se están estrechando los márgenes en refino. Por eso la eficiencia es fundamental, con independencia de esta coyuntura de precios del crudo. Los elementos que, a largo plazo, sí que pueden tener un efecto sobre nosotros son, primero, la caída del consumo de carburante desde 2007, unido a la perspectiva de introducción de nuevas tecnologías de transporte. Aunque es cierto que en España el consumo de combustibles crece ahora al 4%. Pero si tenemos en cuenta que en Oriente Medio se abren y están creándose refinerías que son cuatro veces la de Huelva y con unos costes energéticos muy bajos, pues hay que contemplar que pueden colocar combustibles a precios muy competitivos en España.
El consejero delegado de Cepsa criticó en su última visita a Huelva este mes la política ambiental de la Junta. ¿Por qué?
–Con la futura ley de Calidad del Aire prevemos que se incrementen las exigencias que afrontamos; su crítica va por ahí. Todo lo que nos reste competitividad, nos debilita. Cualquier deslocalización a Marruecos, por ejemplo, no tiene que afrontar ese impacto de legislaciones ambientales. No es que pidamos volver a los años 70 del pasado siglo. Estamos encantados del equilibrio logrado entre industria y medio ambiente. Lo que no queremos es perder competitividad. Ese mismo día anunciamos que vamos a invertir 200 millones/año durante el próximo lustro en Huelva. Más alrededor de 70 millones al año en Cepsa Química. Esto significa que estamos apostando por el futuro de esta refinería, por mantener unos altos niveles de eficiencia. Porque si no invertimos, en diez años estaríamos fuera del mercado. Por eso pedimos a las administraciones que pasen de las palabras a los hechos.
¿En qué sentido?
–Pues, por ejemplo, en el sentido de que toda actividad está sujeta a determinados tributos, desde el ámbito local al estatal. Ahí las administraciones pueden aportar su granito de arena a nuestra competitividad con menores tasas. Además, si la industria se siente cómoda, genera un cash flow social de empleo estable y riqueza, que en la crisis se ha mostrado además resistente.
¿Qué ha pasado con los episodios de fuertes olores químicos en octubre en Huelva?
–Estamos toda la industria clarificando su procedencia. Nosotros sabemos lo que emiten nuestras chimeneas y estamos tranquilos y convencidos de que no salieron de Cepsa esos olores. Estamos tan interesados como el que más en aclararlo, se lo he transmitido personalmente al consejero de Medio Ambiente, José Fiscal. El estudio de olores que se desarrollará hasta enero lo clarificará.
¿Qué efecto tendrá la crisis de Volkswagen por el trucaje de emisiones de diésel?
–A largo plazo es difícil evaluarlo. El diésel está generalizado en toda Europa. Quizá cambie la legislación europea para elevar los tributos y penalizar al diésel. Está en manos de los legisladores. Por ahora no estamos notando menos consumo de gasóleo.
¿Cómo califica su relación con la sociedad onubense y la Autoridad Portuaria?
–La relación con Huelva, Palos y Moguer es extraordinaria, compartimos los problemas y hay cercanía y diálogo. Con Palos en concreto no hay ninguna fisura, el compromiso es permanente. Y con la Autoridad Portuaria somos socios obligados el uno del otro. Somos su principal cliente y somos parte de la Autoridad.
La política de RSC ha cambiado sus prioridades, menos hacia lo deportivo y más hacia lo social, ¿Por qué?
–La política de Comunicación y Responsabilidad Social Corporativa está unificada para todo el grupo. No podemos tenerlas distintas. Localmente consideramos que se valoran mucho las acciones de RSC. Vamos por las las líneas ya establecidas, lo deportivo más a nivel nacional, y a escala local nos centramos más en lo social. Nuestros premios al Valor Social en Huelva están dotados con 50.000 euros. Nacieron hace 11 años en Huelva y vamos a seguir apostando por ellos.