Parece que por fin vamos a tener un año de recuperación económica y se espera que en los venideros nuestro llanto pueda convertirse en una leve sonrisa. Dicen los expertos que la tasa de paro a final 2015 habrá descendido en un millón de personas respecto al 2013, lo que sin duda es una buena noticia que deja el número de desocupados en un veinticuatro por ciento, según los datos de la EPA, lo que significa que el Gobierno de la Nación no lo está haciendo del todo mal después de la herencia recibida del anterior… que son los mismos que están rigiendo el destino de los andaluces desde hace más de 30 años.
En Andalucía esa leve sonrisa a la que me he referido antes no vamos a poder esbozarla, porque de seguir con los mismos vamos a llorar lágrimas vivas. Hasta ahora han sido muchos los estómagos agradecidos, pero cuando se llega a una tasa de paro de más del treinta y cuatro por ciento -diez puntos por encima de la nacional- es de suponer que las cosas cambien y espero que el día 22 de marzo así se refleje en las urnas.
Siempre se ha dicho que los políticos mienten más que hablan, y que las promesas que hacen antes de las elecciones son para no cumplirlas, así que reflexionemos. Piensen que me artículo de hoy es una realidad palpable, sin ningún ánimo de ofender, pero lo cierto es que de las siete provincias con mayor número de parados en toda España, seis son andaluzas. Así que, señora mía, el tiro le va a salir por la culata.
