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Mañana, cuándo es mañana

En el golfo de Guinea se conserva la expresión “massa Tomorrow” –señor Mañana– con la que los nativos se referían a los colonos que, requeridos por una deuda, respondían: Tomorrow, tomorrow… Un mañana que nunca llegaba.

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En el golfo de Guinea se conserva la expresión “massa Tomorrow” –señor Mañana– con la que los nativos se referían a los colonos que, requeridos por una deuda, respondían: Tomorrow, tomorrow… Un mañana que nunca llegaba.

Bien, pues de massas Tomorrow estamos servidos. Que se investiga a Rajoy por los choris de la Gürtel o a Espe la Veloz por el rally en la Gran Vía: Tomorrow. Que se le pregunta a la banca por los créditos a las PYME: Tomorrow, tomorrow. Y si interrogamos a nuestra alcaldesa por aquellas auditorías que iban a aclarar las cuentas del ayuntamiento, dirá: Tomorrow, chico, tomorrow. Mañana, mañana… Vivimos prisioneros en una canción de Sinatra y más pareciera que todos los que nos mandan –cobrando en momio, cuando no en negro– amanecen y se acuestan silbando “My way”. De por libre y a su manera.

Donde de verdad se observa la proliferación del espécimen “massa Tomorrow”, ya digo, es en el ayuntamiento. Y no seré yo el que niegue la pericia que se dan para esgrimir ideas y ocurrencias en la ejecución de obras menores. En lo del repintado de bordillos, nivelación de acerados y cubrimiento de baches están mostrando tal maña que no cabe llevarles la contra. Al fin y al cabo, esas actuaciones se traducen en trabajo para quienes sufren el paro, aunque lo invertido en planes de apoyo a los desempleados esté por debajo de Grazalema, que tiene quince veces menos población.

Nuestras dos alcaldesas, Maripaz e Isabel, hace ya tres años y medio que viven en un mañana que no acaba de llegar. Ni bajada de impuestos que vayan más allá del mercadeo electoral, ni disminución del gasto, ni PGOU, ni leche ni habas… Tomorrow. Mañana. Cuarenta y dos meses de Nada absoluta, eso fue todo.

Sin  embargo, una ciudad necesita líderes con imaginación, líderes cargados de poesía y ávidos de utopía, políticos, en fin, que vayan más allá de la inmediatez de lo cotidiano. Una ciudad requiere dirigentes con alas que no se queden en el tomorrow, tomorrow del golfo de Guinea… Que vivan los problemas del hoy, pero cimentando futuros que vayan más lejos de ese escueto mañana que no acaba de llegar.

Y eso tampoco lo veo en la oposición, mucho más pendiente de los fallos que cometen las dos alcaldesas que en elevar propuestas que calen en la ciudadanía, como si el poder les correspondiera por ser quienes son o les fuera a llover del cielo. La oposición vive de las rentas que todavía producen los carteles del Felipe de los 80, ausente, lenta y torpe para hilvanar un discurso capaz de devolvernos las ilusiones perdidas. Lo intento, pero no veo a la oposición con ganas ni con mensaje; y mira que lo tendría fácil… El PSOE rondeño tiene posibilidades de ganar las próximas municipales, aunque ya se sabe que probabilidad y posibilidad no es lo mismo. Dependerá del grado de sensatez: ni tomorrow, tomorrow, ni huir del debate sobre un modelo de ciudad que algunos reducen al divino desembarco del Eroski, como si en Mondragón atasen las galgas con salchichones de Benaoján o regalasen bambis de quinientos.

Urge saber qué modelo de ciudad se quiere, porque de lo contrario se ganarán las elecciones —puede— y seguiremos en las mismas: sin saber dónde estamos ni a dónde vamos. Hay temas que necesitan respuestas claras y no evasivas a la guineana.

¿Siguen siendo necesarias las autovías o ya se abandonó la idea que le dio mayoría al Gil y que puede catapultar a otros populismos? ¿Se mantendrá la Escuela de Enfermería? ¿Habrá plan de choque en el Polígono? ¿Se racionalizará el mapa educativo o seguirán los chavales de las barriadas hacinados en el Fuerte? ¿Mantendremos avanti el bluff opaco de las bodegas con una cata a ciegas? ¿Habrá algún día un Acinipo que genere empleo desde el respeto a la historia? ¿Dejaremos que el Castillo caiga sobre la cuesta de la Imágenes? ¿Para cuándo el Centro del Mueble? ¿Y el parquin que espera el Barrio? Tomorrow, tomorrow… Todo en stand by. Y los jóvenes huyendo.

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