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La supremacía del dólar

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El pasado mes de Julio se han cumplido setenta años de los acuerdos  de Bretton Woods, un lugar de  New Hampsire  ( EE.UU.), dónde se estableció la transformación del dólar en la divisa universal  mediante un tipo de   cambio de 35.000 dólares por onza de oro, y  la creación de un sistema económico mundial basado en el libre mercado conforme a unas  reglas de juego coordinadas por el Fondeo Monetario Internacional , el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio.  Hasta este momento la referencia monetaria estuvo centrada  en el patrón oro y,  posteriormente,  en  la Libra Esterlina como  moneda de referencia mundial  debido al liderazgo  económico de Gran Bretaña,  hasta que,  finalmente, después de la segunda guerra mundial,   de la que EE. UU  surgió como la economía más fuerte del mundo  permitiéndole   un rápido crecimiento industrial y  una fuerte acumulación de capital, el dólar fue  admitido   como la referencia  universal de los intercambios comerciales  internacionales, unidad de cuenta y fondo de reserva de valor.


Esta primacía  establecida en  favor del dólar se hace patente  actualmente en  los informes del Banco Internacional de Pagos  sobre los montantes de los   intercambios  en los mercados de divisas. Así  de los 5,3 trillones de  divisas que se negocian al día  el 87 % se realizaron en dólares.  Así  mismo,  para el primer trimestre de 2006,  del total de las reservas monetarias mundiales cifradas en 4.347 trillones de Dólares, el  77,45% corresponden a dólares americanos, el 18,21%  a euros y el resto  a  francos suizos, yenes y otras monedas, cifras que en los últimos han variado, aunque ligeramente, a favor del euro.


Estos datos  de alguna forma ponen de manifiesto  una cierta frustración sobre el papel que viene representando el euro como moneda de referencia internacional. Su nacimiento contemplaba  el objetivo de competir con  el dólar por la  preeminencia   sobre todo de los intercambios comerciales;  y, en efecto, en 2010 su penetración alcanzó el 40%, sin embargo las dudas que posteriormente han surgido con respecto  a la conclusión  exitosa  del proyecto  de la moneda única como consecuencia de los problemas que han  afectado a algunos países,  la constatación de que ése proyecto está aún en construcción y  requiere aún la creación de determinadas instituciones,    y las dudas coyunturales sobre  la evolución de su actividad económica,  han determinado un retroceso ostensible en ése aspecto que para el año 2013 ha  supuesto  que aquel registro descienda hasta el  33%.  Tampoco  parece posible que el yuan chino amenace el predominio del dólar mientras no aborde una liberalización decidida de su cuenta de capitales. 


No obstante,  los excesos fiscales, la alta deuda y una política monetaria tan expansiva   de EE.UU.  pueden  facilitar  a largo plazo la pérdida  de la hegemonía actual del dólar, aunque, por ahora, su posición seguirá siendo dominante.

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