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El ojo de la aguja

El cementerio inglés

El referido camposanto es pequeño bajo la penumbra de grandes y salpicados eucaliptos, que conforme se pasa por la carretera que une a las dos poblaciones se puede apreciar con total visión

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E n la medular que separa Alosno de Minas de Tharsis, quizás más próximo a la localidad minera, se encuentra uno de los legados más significativos de los británicos en nuestra provincia, se trata ni más ni menos que del vetusto cementerio de los ingleses. Sabido es que, a principios del siglo pasado y finales del anterior, Minas de Tharsis fue explotada, en su mayoría por escoceses de Glasgow, y también por los ingleses.
     Muchos años de la explotación minera, y de convivencia de los tharsileños con los extranjeros, de tal manera que se crearon familias entre unos y otros. No obstante, lo que nos ocupa en este apartado de hoy es la presencia que aún existe del cementerio de los ingleses, que se halla ubicado muy próximo a la paralizada mina de oro de Tharsis.
     El referido camposanto es pequeño bajo la penumbra de grandes y salpicados eucaliptos, que conforme se pasa por la carretera que une a las dos poblaciones se puede apreciar con total visión.
     Uno recuerda de adolescente las escapadas que hacíamos desde la mina hasta este lugar, donde los ingentes eucaliptos anidaban los jilgueros, los tordos y la mirla, quebrando, de algún modo, el silencio y el respeto que imponían las tumbas con sus respectivos nombres y fechas, situadas sobre el suelo.  El referido cementerio es rectangular, custodiado por unos barandales haciendo puente entre poyetes.
     Ahora, cuando ya estamos en primavera, durante los fines de semana mineros de Tharsis, solían echar sus largos paseos y llegaban al cementerio, allí pasaban ratos de ocio, algunos entre oraciones. Los más jóvenes correteaban por su paradisiaco entorno, entre juegos y travesuras, y hacían sus merendillas. 
      Desde la distancia, uno recuerda haber escrito más de una vez del cementerio, por sus insoslayable transcendencia  histórica, lo mismo que ocurre con el museo minero de Tharsis.
      Confiemos, tanto por parte de Alosno como de Tharsis, el sucesivo cuido y la perenne continuidad del cementerio inglés, porque es uno de los pilares más importantes del paso de la colonización británica por esta cuenca minera del Andévalo. No es que pretendamos darle más importancia que la que tiene, sino la suya, ya que el sagrado lugar puede servir de objeto para futuras visitas de personas interesadas, tanto desde el aspecto cultural como del histórico. Lo dicho, que se cuide el cementerio  inglés como reliquia de una importante época histórica de Minas de Tharsis.

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