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Lunes 01/07/2024  

Costa Occidental

‘Jaula de grillos’ repite este viernes en Cartaya tras el éxito del pasado fin de semana

La nueva representación de ‘Vamos a contar mentiras’, también de carácter benéfico a favor de la Obra Social de la Hermandad de Nuestra Señora de Consolación, tendrá lugar este viernes, 7 de febrero, a las 21.00 horas en el teatro del Centro Cultural de la Villa. Ya están a la venta las entradas

Después del éxito obtenido el pasado fin de semana y debido al gran número de ciudadanos que está demandando poder disfrutar de la obra y, al mismo, tiempo colaborar con la Obra Social de la Hermandad de Nuestra Señora de Consolación de Cartaya tras haberse quedado sin entrada, la compañía de teatro local amateur ‘Jaula de grillos’, la Hermandad de Consolación y el Consistorio de la localidad han decidido este martes realizar una nueva representación, en este caso la tercera en una semana, de la obra ‘Vamos a contar mentiras’, de Alfonso Paso.

La representación será este viernes, en el teatro del centro Cultural de la Villa, a las 21.00 horas, y para asistir a la misma ya se han puesto a la venta las entradas, al precio de cinco euros, que se destinarán posteriormente a distintos actos benéficos de dicha hermandad.

Desde la hermandad beneficiaria se ha querido agradecer “de todo corazón” la disposición y generosidad de los integrantes de ‘Jaula de grillos’, y el apoyo de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento.

‘Vamos a contar mentiras’ es el octavo montaje de ‘Jaula de grillos’, y se trata de una adaptación realizada por uno de los miembros del grupo, Antonio Pérez. La obra, que consta de dos actos y que ha costado al colectivo ocho meses de ensayos, cuenta con un reparto formado por Wewe García, que encarna a Julia; Patri Román a Elisa; Mari Ángeles Pachón a Luisita; Pepa Maestre a Dolores; Adeli Royo a Rosa; Emilio Palacios a Carlos; Antonio Pérez a Lorenzo; Francisco Rivero a Juan; Jesús Palacios al cura y Vicente Acevedo al policía.

El último montaje estrenado por ‘Jaula de grillos’, y a la vez el séptimo de la compañía, se llevó a escena el pasado verano, destinándose entonces la recaudación a la Asociación de Padres y Madres de Niños con Discapacidad de Cartaya (Aspándicar). Se trató de una adaptación, también de Antonio Pérez, de la comedia ‘El muerto de Risa’, de Adolfo Torrado.

Anteriormente, en noviembre de 2012 sorprendieron al público cartayero con su sexto montaje, ‘¡Guárdame un secreto, Lucas!’, de Dionisio Ramos, cuya taquilla se destinó a ayudar a un joven de la localidad que, con varios hijos pequeños a su cargo, atravesaba una situación desesperada a nivel económico y personal.

LARGA TRAYECTORIA

‘Jaula de grillos’ inició su andadura en 2008 con el montaje de varias piezas cortas de autores como Tennessee Williams, Lope de Rueda o los Hermanos Quintero. A partir de entonces su trayectoria no ha podido ser más productiva, a un ritmo casi de un estreno por año. De esta forma, a su primer montaje prosiguieron ‘Madame Verdoux’, de Adrián Ortega; ‘Una Viuda Original’, del mismo autor; ‘Melocotón el Almíbar’, de Miguel Mihura y ‘El Cianuro ¿Sólo o con Leche?’, de Juan José Alonso Millán.

Los orígenes de esta compañía, formada por un grupo de personas apasionadas por las artes escénicas, hay que buscarlos en un taller de teatro que hace ocho años puso en marcha el Ayuntamiento, a raíz del que decidieron posteriormente emprender su propio camino constituyendo ‘Jaula de grillos’.

JAULA DE GRILLOS: PASIÓN POR EL TEATRO 

Una ama de casa, un camarero, una trabajadora de un almacén de fresas, dos jubilados “que se encargan de buscarlo todo”, dos funcionarios, una peluquera, varios autónomos y, como no podía ser de otra forma en estos tiempos, algún que otro parado, todos con sus cargas y obligaciones familiares, son el heterogéneo grupo de amantes de las artes escénicas que decidió en 2008 unirse en torno al teatro para constituir ‘Jaula de Grillos’.

Su trayectoria no ha podido ser mejor hasta el momento, lo cual se pone de manifiesto con el estreno de una obra por año.

El principal motivo que llevó a este grupo de apasionados por el teatro a fundar su propia compañía amateur, ya que no cobran por sus actuaciones para destinar siempre sus taquillas a un fin, asociación o colectivo benéficos, ha sido precisamente ese, su amor por las artes escénicas, lo cual les lleva incluso a asumir las altas dosis de sacrificio que requiere dedicarse a esto por pura afición cuando se tiene una familia y otras obligaciones. No obstante, reconocen que unirse en torno a algo que les apasiona también supone para ellos una importante “válvula de escape”.

Otra de las señas de identidad de la compañía, según Antonio Pérez, es su afán por colaborar y el carácter solidario de sus miembros, ya que “aprovechamos nuestra búsqueda de satisfacción personal haciendo lo que nos gusta, para hacer cosas buenas por los demás”.

De hecho, recuerda Pérez, además de a distintas hermandades locales, sus taquillas se han destinado en otras ocasiones a causas como paliar las necesidades en el Sáhara Occidental a través de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Cartaya, o a ayudar al pueblo haitiano tras el devastador terremoto que asoló dicha isla caribeña hace unos años. En la mente de todos está poder seguir haciendo teatro por muchos años más.

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