Una semana mirando al cielo

Un año más, la ciudad de Jaén se prepara para una de sus semanas más destacadas en el calendario. Miles de jienenses aguardan el momento en el que la ‘llamá’ en la Iglesia de Belén y San Roque dé por inaugurada la Semana Santa de Jaén. Unos días que estarán marcados por las previsiones meteorológicas que, al menos para la primera parte de la semana, no son muy halagüeñas. Pese al fantasma de la crisis, hosteleros y empresarios de los hoteles esperan que vuelva a ser un revulsivo económico y turístico.

Las dieciséis cofradías que conforman la semana de pasión en la capital jienense ultiman el más mínimo detalle. Pese al efecto de la crisis económica, muchas de ellas han mantenido su programa de estrenos en los distintos pasos que procesionarán. Entre las novedades más destacadas está el cambio en la organización de la estación de penitencia de El Abuelo (para dar más protagonismo a la Virgen de los Dolores) o el estrechamiento de la carrera oficial para disfrutar de una imagen “más íntima” de los pasos.

El cielo vuelve a ser decisivo, un año más. Después de uno de los inviernos más secos de las últimas décadas, la probabilidad de lluvia en los tres primeros días de la semana estará en torno al 50 por ciento. Las ocho cofradías que tienen prevista su estación de penitencia hasta el martes saldrán muy pendientes de las precipitaciones. Para el resto de la semana sigue habiendo dudas.

El dispositivo
Para mantener la seguridad en unos días de grandes aglomeraciones, la Subdelegación del Gobierno y el Ayuntamiento han puesto en marcha un dispositivo en el que participarán 200 efectivos, donde también están implicados dispositivos especiales como el parque de Bomberos y Protección Civil, para garantizar la seguridad y la fluidez del tráfico.

La hostelería espera buen tiempo para mejorar cifras
Junto al fervor religioso y popular, la Semana Santa representa también una oportunidad para la promoción turística. La difícil situación económica, combinada con las malas previsiones meteorológicas, hacen que las reservas tengan una tendencia a la baja. En la mayoría de los establecimientos consultados aún tienen disponibles más del 40% de las camas para la primera parte de la semana. A partir del Jueves Santo, la situación mejora aunque no supera la mitad de las habitaciones. Confían en que la última hora mejore el panorama.

Es, además, una buena oportunidad para los hosteleros. En esta ocasión se convierte casi en la ‘salvación’ después de un primer trimestre complicado, con bajadas pronunciadas en las ventas. Los empresarios esperan que el cielo respete estos nueve días para paliar las pérdidas.