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Camelia se muda al Ayuntamiento y se piensa si compartir una vivienda

La Empresa Municipal de la Vivienda le ofrece la opción de acogerse al alquiler compartido, pagándole los dos primeros meses

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  • Hablando con los agentes -
La historia de Camelia Vlaicu, la mujer que a instancias de Cáritas fue desalojada el pasado martes de uno de los pisos de acogida de la entidad religiosa, vivió ayer un nuevo capítulo. Ante las quejas de algunos vecinos, decidió dejar el portal donde vivía desde su desalojo, y con todos sus bártulos, cama incluida, se plantó la noche del lunes en la Plaza de la Constitución. En la tarde de ayer, la Policía Local le ordenó vaciar la plaza de objetos, y aunque ella decidió pasar allí la noche, Camelia tiene opciones sobre la mesa para no tener que pasar más tiempo a la intemperie.

La opción del alquiler compartido
Queda fuera de toda duda que, como defendió ayer Camelia para Viva Huelva, “quiero lo mejor para mi hija”. Ahora mismo, su hija vive con una amiga de Camelia, y para poner freno al drama que están viviendo, el Ayuntamiento de Huelva, a través de la Empresa Municipal de la Vivienda, le ha puesto sobre la mesa los recursos de los que dispone para casos como el de ella.
A través de un comunicado, la institución explicó: “El Consistorio onubense recuerda que la Empresa Municipal de la Vivienda ha mantenido numerosos contactos personales en los últimos dos años con esta mujer para gestionarle la posibilidad de integrarse en el programa de alquileres compartidos de viviendas. En los últimos días, la EMV ha ofrecido de nuevo a Camelia Vlaicu la gestión para que pueda participar en el alquiler compartido de una vivienda. El Ayuntamiento, mediante las ayudas que se conceden al respecto, le abonaría, además, las dos primeras mensualidades de la renta”.
Y ante esto, Camelia, que ni si ni que no: “Me dijeron que si conocía a alguien de confianza con la que compartir, pero con la persona con la que me gustaría va a dejar pronto su piso”. La otra opción, gestionarlo a través de la EMV: “Tengo que saber qué personas están dispuestas a vivir conmigo y con mi hija, quiero ver a las personas y después tomaré la decisión”. Camelia tiene la intención de reunirse hoy con miembros de la EMV, y aceptar una solución que, aunque sólo sea de dos meses, pero ya le abre las puertas para cerrar parte de su dramática historia.

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