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Ronda

La intervención prevista en la Plaza de Toros durará un mínimo de un año

La actuación supondrá un coste de más de tres millones de euros que asumirá la Real Maestranza de Caballería, propietaria del edificio Bien de Interés Cultural

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Presentación del proyecto de intervención.

El arquitecto responsable explica los detalles técnicos.

Francisco Rivera, Ricardo Aroca y Rafael Atienza.

  • El deseo de la Real Maestranza de Caballería de Ronda es que vuelva a celebrarse la Tradicional Corrida Goyesca en 2026
  • El proyecto de intervención ha sido visado por el Colegio de Arquitectos de Málaga y aprobado por la Junta de Andalucía
  • Ricardo Aroca, responsable del proyecto, ha diseñado un sistema de consolidación estructural basado en modelos de ingeniería avanzada

La Real Maestranza de Caballería de Ronda ha presentado este miércoles en rueda de prensa el proyecto de intervención que garantizará la estabilidad estructural y la conservación a largo plazo de la Plaza de Toros de Ronda, declarada Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento en 1993 y considerada uno de los grandes emblemas patrimoniales de la ciudad.

El acto ha contado con la participación de Rafael Atienza, Teniente de Hermano Mayor de la institución; Ignacio Herrera, Director General; y Ricardo Aroca, arquitecto responsable del proyecto. También ha estado presente el empresario taurino Francisco Rivera Ordóñez.

Francisco Rivera, Ricardo Aroca y Rafael Atienza.

Según ha detallado durante la presentación el Teniente de Hermano Mayor de la RMR, el coste de la restauración superará los tres millones de euros, que asume la propia corporación, algo que "va a suponer un esfuerzo y un freno a muchas de nuestras ambiciones". El plazo estimado de la actuación será de un mínimo de un año, como ha indicado el arquitecto Ricardo Aroca. En cuanto al calendario, según ha explicado el director general de la institución, la Real Maestranza solicitará esta semana la licencia de obras al Ayuntamiento, la semana que viene quedará decidida la empresa adjudicataria y la actuación podría iniciarse en el mes de abril. 

Durante el acto, Rafael Atienza ha destacado que “desde hace 240 años, la Real Maestranza cuida de esta Plaza y lo seguirá haciendo con el mismo sentido de responsabilidad. Afrontamos esta obra con la determinación de preservar no solo un monumento, sino un legado vivo, esencial para Ronda. Sabemos que es un esfuerzo técnico y económico enorme, pero creemos firmemente en el valor del largo plazo, en la fuerza de la sociedad civil y en todo lo que esta Plaza seguirá aportando a la ciudad durante las próximas generaciones".

El proyecto de intervención para la conservación del monumento es fruto de un riguroso proceso técnico de investigación y análisis, realizado entre otros por el Departamento de Estructuras de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Sevilla, que se ha materializado en varios informes especializados relacionados con la estructura, la piedra, la geotecnia y la estabilidad.

Todo el proceso ha contado con la supervisión de un comité de arquitectos expertos presidido por Rafael Moneo y compuesto por Antonio Ortíz y Juan Pablo Rodríguez Frade. El proyecto de intervención ha sido visado por el Colegio de Arquitectos de Málaga y cuenta con informe favorable de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. La Real Maestranza asumirá el esfuerzo económico del proyecto, reafirmando su compromiso con Ronda y la conservación de su patrimonio.

Un reto técnico de máxima precisión

La arquería alta de la Plaza de Toros de Ronda ha sido objeto de distintas intervenciones a lo largo de su historia. En 1880, Carlos Lamiable incorporó arriostramientos (refuerzos) metálicos en columnas alternas, y en 1961, Pons Sorolla y Ramiro Moya sustituyeron los graderíos de madera por bóvedas tabicadas y los refuerzos de Lamiable por otros a mayor altura. Sin embargo, estas soluciones parciales no lograron resolver de forma definitiva los empujes de la cubierta ni garantizar la estabilidad de las columnas a largo plazo.

El estudio Aroca Arquitectos ha presentado una propuesta de intervención de la Plaza en dos fases. En primer lugar, la consolidación estructural del tendido alto mediante un diafragma circular de acero macizo destinado a estabilizar las columnas, contrarrestar los empujes de la cubierta de madera y reforzar la conexión entre la arquería y los anillos de mampostería. Posteriormente, la segunda fase consistirá en la reparación y sustitución de los elementos de piedra deteriorados, mejorando así la integridad estructural del conjunto arquitectónico.

El arquitecto responsable explica los detalles técnicos.

Dada la geometría irregular de la Plaza, el proyecto presenta una complejidad técnica considerable, lo que ha exigido el diseño individualizado de los 136 elementos del nuevo arriostramiento. Para su instalación se retirarán los refuerzos existentes, mediante un sistema de apuntalamiento provisional compatible con la estructura actual y futura. Además, algunas columnas deberán ser zunchadas previamente para garantizar su integridad durante los trabajos. Todo el proceso ha sido planificado para compatibilizar la ejecución de la obra con la actividad turística habitual en el Monumento en condiciones de seguridad.

Ricardo Aroca, quien ha desempeñado destacados cargos en el Colegio de Arquitectos, la Universidad Politécnica de Madrid, la Sociedad Española de Historia de la Construcción y el Instituto Juan de Herrera, ha subrayado durante su intervención que “la restauración de la Plaza de Toros de Ronda no es una obra convencional, sino un desafío técnico complejo que requiere tiempo, precisión y un profundo respeto por su valor patrimonial. Esta intervención asegurará tanto la seguridad en las actividades que allí se celebren como la estabilidad y conservación del Monumento para las futuras generaciones".

Deseo compartido: que la Goyesca vuelva en 2026

Conforme al informe técnico elaborado por la Universidad de Sevilla, el desarrollo del proyecto de intervención imposibilita la celebración de la Tradicional Corrida Goyesca, así como de cualquier otro evento multitudinario. Desde el primer momento, la Real Maestranza de Caballería de Ronda ha trabajado con la máxima diligencia, organizando tres comisiones de trabajo —técnica, de ejecución y de documentación— para abordar de forma rigurosa todas las fases del proyecto. El objetivo es que la intervención se ejecute con la mayor celeridad posible, con el deseo de que la Plaza pueda volver a acoger festejos taurinos en 2026.

"Este proyecto está en manos de quienes mejor comprenden su complejidad técnica y su valor histórico. Con esta intervención no solo se protege la Plaza, sino que Ronda demuestra su capacidad para adelantarse a un desafío que muchos otros edificios históricos deberán afrontar más pronto que tarde", ha subrayado Ignacio Herrera.

La Real Maestranza de Caballería de Ronda reafirma, con esta intervención, su compromiso histórico con la ciudad y con la preservación de uno de sus símbolos más universales. Esta actuación no solo responde a una necesidad técnica, sino también a una responsabilidad patrimonial con Ronda y con las generaciones futuras que seguirán haciendo de esta Plaza un espacio vivo, cultural y lleno de significado.

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