El Ayuntamiento de Jerez ya ha trasladado su borrador de presupuesto municipal al Ministerio de Hacienda, con la singularidad de no haber incluido ninguna partida para el pago de los 20,8 millones de euros que tiene comprometidos para este año como consecuencia de las operaciones financieras llevadas a cabo estos últimos años a través de los Fondos de Ordenación.
La alcaldesa, María José García-Pelayo, ha asegurado en cualquier caso que a lo largo del ejercicio el Consistorio estará en disposición de cumplir con esos compromiso porque contará con liquidez económica para hacerlo, por lo que llegado el momento se aprobarían modificaciones presupuestarias para disponer de crédito con el que pagar esos 20,8 millones de euros.
Con su postura, el Gobierno local parece de algún modo ‘presionar’ al Ministerio de Hacienda para le conceda las “medidas excepcionales” que según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) serían necesarias para devolver al Ayuntamiento de Jerez a un escenario de “retorno a una situación de sostenibilidad”.
Y lo hace justo en un momento en el que se están comprometiendo “condonaciones a tutiplén” de la deuda de determinados consistorios, como el de Jaén, que con los de Jerez y Parla son los que presentan una situación financiera más preocupante, una situación ante la que el Gobierno local no puede “guardar silencio”.
De este modo, las “decisiones” que se adopten a propósito de este borrador de presupuesto deberán convertirse en “la base” de una próxima negociación con el Ministerio que permita al Ayuntamiento de Jerez “resolver a futuro” la indudable “losa económica” que supone su elevada deuda financiera. “Creo que nos merecemos una oportunidad de futuro, poner el contador a cero e iniciar una relación más normalizada con Hacienda”, apuntó.
El presupuesto -más allá de ese detalle que “no va a gustar” al Ministerio de no contemplar ninguna partida para el pago de 20,8 millones de deuda financiera-, contempla una previsión de gastos e ingresos de 278,2 y 283,6 millones de euros, respectivamente, por lo que “nace con superávit”, algo que Hacienda “debería valorar”.
Los ingresos y gastos se incrementan un 14,4% y un 12,8%, respectivamente, en relación al presupuesto de 2022, que es el que se encuentra a día de hoy prorrogado. En ese documento, los gastos ascendían a 246 millones de euros y los ingresos a 247, por lo que era “mucho menos contenido” que el actual.
Además, el borrador “tiene un marcado acento social” y sitúa “a la prestación de los servicios públicos de calidad por encima de cualquier otra acción política”.
Así, la inversión destinada a la ayuda a domicilio crece un 216,5%; a la limpieza viaria, un 8,57%; a la recogida de basuras, un 46,11%; al reciclaje, un 52,15%; al alumbrado público, un 5,54%; al mantenimiento de parques y jardines, un 15%; a la limpieza de colegios públicos, un 15,16%; o a la limpieza de dependencias municipales, un 16,2%. Todas esas partidas aumentan porque el coste de la prestación de los servicios es mayor y porque hay que hacer frente a las mejoras introducidas en los convenios con los trabajadores.
Los gastos del personal municipal se incrementan un 20%, pero debiéndose tener en cuenta que la mitad de esa subida viene determinada por lo dispuesto anualmente en los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
García-Pelayo defiende que si se hubiera incluido esa partida de 20,8 millones de euros para el pago de la deuda el Ayuntamiento tendría que “reducir la mejora de la prestación de los servicios públicos”, un “lastre” que la ciudad “no debe soportar” y más aún “cuando está despegando y los ingresos están creciendo”.
De hecho, como ya se ha reflejado la previsión es que esos ingresos se incrementen en alrededor de 36 millones de euros en relación al ejercicio anterior como consecuencia del mayor dinamismo de la economía.
