La plaza Rafael Rivero se encuentra en obras desde el pasado mes de agosto. En principio tenían que haber terminado este pasado enero, pero la empresa que ejecuta los trabajos, Jaralia Integral S.L., ha solicitado hasta dos prórrogas para ampliar el margen. La primera de ellas el 30 de diciembre pasado, cuando le dieron hasta el 1 de marzo en respuesta a que los trabajos quedaron parcialmente suspendidos durante 35 días coincidiendo con el periodo navideño a instancias de la propia dirección facultativa. Y este lunes se supo que se le había concedido una segunda ampliación del plazo con fecha límite hasta el 4 de abril a causa de la escasez y mal estado de los adoquines que deben ser reutilizados, lo que ha ralentizado la obra.
La noticia ha supuesto un nuevo mazazo para los hosteleros que cuentan con negocios en la plaza y que llevan acumulando pérdidas desde finales del pasado verano; las más importantes durante las fiestas navideñas, en las que ni siquiera pudieron celebrar sus habituales zambombas a causa de la falta de espacio, sin olvidar la jornada de la Magna Mariana. Lo que no contaban es con seguir acumulando pérdidas con la llegada de la Cuaresma, ya que la Plaza Rafael Rivero es un habitual punto de encuentro durante esas fechas para buena parte del mundo cofrade.
En la actualidad están en conversaciones con la propia alcaldesa, María José García-Pelayo, a la que han trasladado las dificultades que llevan soportando desde el pasado agosto. La Tasca del Flores, por ejemplo, llegó a cerrar el mes de noviembre al completo, porque fue la fecha en la que estuvieron actuando sobre su acerado, pero es que en la actualidad apenas puede disponer de cuatro de sus nueve veladores, y aún así la clientela que acude tiene que soportar de lunes a viernes el ruido y el polvo procedente de la obra.
En el día de ayer, el portavoz del Gobierno local, Agustín Muñoz, aseguraba que están “informando a diario a los negocios” de la evolución de la obra. “Entendemos las quejas, porque la actividad económica se está viendo afectada, pero hay vicisitudes que están afectando al cumplimiento de los plazos. El compromiso actual es que antes de Semana Santa habrá terminado la obra y ya se podrá disfrutar de la plaza en su totalidad”.
Sin embargo, a medida que pasan los días los negocios no hacen sino acumular pérdidas, y ya son demasiadas desde el pasado agosto.
