Una investigación liderada por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y el CIBER de Salud Mental (CIBERSAM) señala que las personas que han tenido más de un intento de suicidio a lo largo de la vida presentan mayor severidad en su sintomatología psiquiátrica que las personas que solo lo han intentado una vez.
Concretamente, las personas con más de un intento de suicidio presentaban mayor ansiedad y depresión, icluso somatizaciones o síntomas psicóticos. Además, puntuaban más alto en impulsividad, trauma e ideación suicida. Este estudio, publicado en 'European Psychiatry', forma parte del proyecto SURVIVE, un consorcio de instituciones que trabajan para reconocer y prevenir la conducta suicida en España.
"No todas las personas, ni siquiera la mayoría, que han intentado quitarse la vida van a repetirlo, pero es necesario generar mejores planes de evaluación, para detectar a las personas que se encuentren en situaciones de particular riesgo de repetición", explica Andrés Pemau, investigador en el Departamento de Personalidad, Evaluación y Psicología Clínica de la UCM.
En el estudio participaron 1.043 adultos residentes en diferentes territorios de España que hubiesen pasado por su centro de salud por un intento de suicidio en los últimos diez días. Los participantes se clasificaron en dos grupos: grupo de intento único y grupo de reintento. Se llevaron a cabo diferentes análisis de redes para estudiar las relaciones entre ideación suicida, conducta, síntomas psiquiátricos, diagnósticos, trauma infantil e impulsividad.
Con esta información, se llevó a cabo un análisis de redes sintomáticas. En este tipo de análisis, se busca poner en relación simultáneamente gran número de variables, pudiendo saber cuáles son centrales (más importantes) en la red. Se generó una red para aquellos que solo habían presentado un intento de suicidio y para los que habían tenido varios, para compararlas en su estructura e intensidad de unión entre variables.
"Si bien las personas con varios intentos en general tienen sintomatología más grave, las redes de relaciones entre factores de riesgo en ambos grupos son equivalentes en su estructura e intensidad", determina Pemau.
El análisis de redes sintomáticas ha demostrado ser una herramienta muy prometedora para estudiar patrones complejos de relación entre gran número de variables. Su aplicación al campo del suicidio es reciente, y concretamente su uso para conocer más sobre el riesgo de repetición de la conducta suicida ha sido escaso hasta la fecha. Además, pocos trabajos en España han podido acceder a tantos participantes para conocer en detalle su situación.
Además de la UCM y el CIBERSAM, en el estudio participan el Hospital del Mar, el Hospital Clínico San Carlos y otros centros repartidos por Madrid, Cataluña, País Vasco, Asturias y Andalucía. El estudio SURVIVE, que se inició en 2020, continúa trabajando con la población española para conocer más sobre cómo reconocer y prevenir la conducta suicida. Se está trabajando en estudios longitudinales, para entender mejor las relaciones en el tiempo.