Ronda avanza en la implantación de los contenedores marrones, es decir aquellos que se reservan para que los vecinos depositen los restos orgánicos que pueden ser compostables, con una campaña de concienciación ambiental que se ha puesto en marcha este mismo lunes y que pretende dar a conocer los restos que se deben arrojar en estos depósitos. Al mismo tiempo, desde la empresa municipal de Limpieza, Soliarsa, se está trabajando en la instalación de los contenedores de esta tipología en todas las barriadas de la ciudad, labor que se complementará de manera progresiva.
Como ha explicado la alcaldesa, María de la Paz Fernández, “Estos contenedores son esenciales para la gestión de los denominados biorresiduos, es decir, los desperdicios de comida y similares”. En este sentido, ha especificado que la campaña funciona en diversas vertientes, con el objetivo de llegar al mayor número posible de población. Concretamente, funciona en redes sociales municipales, en medios de comunicación local (televisión, radio, prensa escrita), pestañas específicas en la web municipal www.ayuntamientoronda.es
Adicionalmente, se han impreso folletos (32.000 para campañas de buzoneo y reparto a domicilio), impreso póster (300 para su reparto en puntos de interés, comercios, edificios municipales, colegios) y se pondrán en marcha diversas campañas de concienciación sobre la importancia del uso de estos nuevos contenedores, tanto en radios, televisiones, redes sociales y prensa escrita.
Esta campaña es complementaria a la instalación progresiva de los contenedores marrones, que se está llevando a cabo a través de unos fondos ‘Next Generation’, complementados con una partida municipal. Con una inversión de 213.000 euros, se han adquirido para su colocación, un total de 375 contenedores de distinta capacidad en todas las barriadas de Ronda. Son de diversos tamaños, de manera que se repartirán según las necesidades de cada entorno. Del total, 105 contenedores tienen una capacidad de 2.200 litros; 60 de 60 litros y 210 de 120 litros. Estas campañas están apoyadas por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno.
Los residuos que se deben arrojar en estos elementos son: Restos de fruta, verdura, carne, frutos secos, cáscaras de huevo, papel de cocina, restos de pescado y marisco, tapones de corcho, servilleta, restos de café e infusiones y restos de poda domiciliaria.
“La normativa europea se está implantando progresivamente en nuestra ciudad y es esencial que todos colaboremos depositando de manera correcta los restos de nuestro consumo diario para poder tratar estos residuos de manera que se puedan compostar y, con ello, generar vida”, ha apuntado Fernández.