La agencia, que el pasado jueves cortó otros dos niveles la nota de Portugal, poco después de que también lo hiciera la agencia Fitch, redujo hoy la calificación a "BBB-" desde "BBB".
Tanto Standard and Poor's como Fitch bajaron las notas lusas tras la renuncia del primer ministro socialista, José Sócrates, por el rechazo en el Parlamento de su último plan de ajuste hace una semana.
Al anunciar la rebaja de hoy, Standard & Poor's advirtió además de que Portugal continua en vigilancia con una perspectiva negativa que podría llevar a otro descenso de nota.
La agencia justificó su decisión en que las dificultades económicas y la situación política del país pueden perjudicar aún más su situación financiera.
El "panorama negativo", afirma, refleja la posibilidad de que el ambiente macroeconómico se deteriore y de que la crisis política afecte a la aplicación de los ajustes presupuestarios para reducir este año el déficit del país al 4,6 por ciento, la mitad de lo que alcanzó en 2009.
La entidad calificadora también puso sobre aviso de otra rebaja a los cinco mayores bancos de Portugal, cuya nota ya rebajó como consecuencia del descenso aplicado al país.
La perspectiva negativa en que Standard & Poor's mantiene a Portugal se debe además a los riesgos que representa el debilitamiento sostenido de la demanda interna, como consecuencia de las medidas gubernamentales de austeridad y a la "creciente hostilidad de la opinión pública" hacia ellas.
Las dificultades de la situación financiera y política pueden afectar negativamente al sistema financiero luso y forzar "la necesidad" de que el país pida ayuda, explicó la agencia.
Como reflejo de la decisión de Standard and Poor's los intereses que penalizan la deuda lusa a corto plazo subieron casi 25 puntos base y llegaron, en el caso de los bonos a dos años, al 7,67 %.
Los títulos lusos a diez y cinco años ya habían batido otro récord al situarse hoy en el 7,82 y el 8,53 por ciento, respectivamente.
Entretanto el Banco de Portugal anunció hoy una revisión a la baja de sus previsiones que pintan un negro cuadro de la economía lusa, con una recesión del 1,4 % este año, un aumento de casi el uno por ciento del desempleo y una inflación del 3,6 %.
Un informe de la institución empeoró todas las variables económicas previstas para este año en Portugal, mientras el jefe del Estado, Aníbal Cavaco Silva, mantiene abiertas, al menos hasta el jueves, sus gestiones para decidir si forma otro Gobierno con el Parlamento actual o convoca elecciones anticipadas.
La dimisión de Sócrates ha desencadenado en sólo cinco días la peor rebaja de calificaciones crediticias sufrida por Portugal, a quien sólo una de las tres grandes agencias de calificación, Moody's, ha dejado en el mismo nivel, aunque después de haberlo reducido también en dos escalones un par de semanas atrás.
Todas las calificadoras han coincidido en dudar de las posibilidades de que Lisboa logre evitar un rescate financiero, aunque el dimisionario Sócrates ha asegurado que hará todo lo posible por no pedirlo.
El líder de la oposición conservadora, Pedro Passos Coelho, cuyo rechazó parlamentario al plan del Gobierno llevó a su caída, ha considerado ya que, pese a encabezar un Ejecutivo en funciones, Sócrates sí estaría facultado para suscribir la financiación que necesite el país.