“Es una historia irrepetible e inenarrable, que provoca muchas preguntas y da pocas respuestas” avanzó el conferenciante, asegurando que “para un periodista es una historia apasionante, que si hubiera ocurrido en otro país ahora podríamos haber visto numerosas películas, documentales, y haber escuchado a miles de expertos”.
Francisco Contreras contextualizó los hechos acontecidos en agosto de 1971, que “marcaron un antes y un después en la época y que provocaron que media España pusiera su mirada en Jaén, en Sierra Mágina”.
En la actualidad sigue reclamando la atención de la sociedad porque “no ha habido fenómeno nunca que haya marcado tanta inquietud”. Así, Francisco Contreras confirmó que “fue un terremoto de conciencias, que rompía la lógica” y que aún hoy siguen estando la caras, a pesar que desde la muerte de María Gómez, “el fenómeno se ha quedado algo estancando”.
No hay nuevas caras, pero las que salieron “siguen estando ahí, dando la cara”, después de haber superado análisis de la Universidad de Valencia e informes del Centro Superior de Investigaciones Científica en 1994, determinando que no había nitrato de plata, uno de los principales elementos que se apuntaron para avalar el fraude, ni sustancias pictóricas. “Sea lo que sea está ahí”, terminaba el escritor.