Además de que las viviendas se entregaron a sus propietarios con un año de retraso y con múltiples desperfectos, tampoco se han adjudicado en su totalidad, ya que de los 111 pisos aún quedan por otorgar 51, para los que aún se está buscando a las personas que estén interesadas en hacerse con uno de ellas y que además cuenten con la solvencia necesaria como para conseguir un préstamo hipotecario.
Los más afortunados se concentraron ayer en el Ayuntamiento de Ronda para recibir de manos del alcalde, Antonio Marín, y del delegado provincial de Obras Públicas de la Junta, Enrique Benítez, las tan esperadas llaves de los pisos, que suponen la segunda mayor promoción de viviendas protegidas de la provincia de Málaga.
El precio que han pagado los adjudicatarios por estas viviendas, que incluyen garaje y trastero, se sitúa en torno a los 75.000 euros para un inmueble de 57 metros cuadrados y los 88.000 euros para los de 70 metros cuadrados.
Pero la alegría inicial se convirtió en una auténtica desilusión para muchas de estas familias, ya que al abrir las puertas de sus pisos se encontraron con algo que no esperaban.
Fue el caso de la pareja formada por Miguel Ángel y Soraya, quienes pudieron comprobar cómo había importantes humedades junto a los marcos de puertas y ventanas exteriores y que había un boquete en la solería de la terraza.
Algo parecido le ocurrió a Loli, que supervisó cada una de las habitaciones, comprobando cómo la humedad se encontraba en las paredes de muchas estancias.
La sorpresa también fue mayúscula para la pareja formada por Álvaro y Marta, quienes se encontraron en mitad de su salón una máquina abrillantadora de suelos, y las puertas de las habitaciones apiladas y sin colocar en sus marcos.
El gerente de la Empresa Pública del Suelo de Andalucía (EPSA), Cristóbal Fernández, manifestó ayer que los vecinos fueron avisados el día anterior de que los ascensores no funcionan. «A nivel administrativo está todo hecho; tan sólo falta que los técnicos de la casa Orona los ponga en funcionamiento, algo que esperamos que ocurra de aquí a quince días».
El gerente de la Epsa añadió que al tratarse de VPO, los adjudicatarios tienen hasta seis meses para trasladarse a las viviendas. Además, informó de que la constructora Ingeconser ha abierto una oficina de atención al público en la planta baja del bloque de en medio para que los vecinos puedan reclamar los desperfectos que encuentren.
Finalmente, Cristóbal Fernández añadió que en algunas viviendas han aparecido humedades tras las últimas lluvias y que los obreros las están arreglando conforme se les está notificando y recordó que los pisos son nuevos y que tienen sus garantías.
