La Policía Nacional ha detenido a los 21 integrantes de una organización criminal que empleaba datos personales de las víctimas para estafas en alquileres, mediante las que se apropiaron de 1,62 millones de euros en 1.600 casos denunciados.
La red usurpaba los datos personales de las víctimas cuando contactaban con las plataformas para acceder a un falso puesto de trabajo, ya que facilitaban las fotografías del anverso y reverso del DNI.
Ese documento era empleado posteriormente para abrir cuentas bancarias en diferentes entidades donde depositaban los ingresos procedentes de alquileres fraudulentos, posteriormente extraían el dinero mediante reintegros en cajeros o transferencias a cuentas extranjeras.
La mayoría de los detenidos, salvo cuatro españoles, son de nacionalidad rumana, seis de ellos tienen antecedentes y tienen una media que oscila entre 48 y 21 años, según han informado a Efe fuentes policiales.
Tras más de dos años de investigación, los agentes han detenido a los miembros de esta red delictiva, a las que se acusa de los delitos de estafa, falsedad documental, blanqueo de capitales, usurpación de estado civil y pertenencia a organización criminal.
Los integrantes de esta banda tenían amplios conocimientos de las nuevas tecnologías y utilizaban sistemas informáticos que permitían el anonimato de los interlocutores en sus relaciones por internet. Este hecho hacía más complicada la recogida de pruebas digitales.
Tenía su centro de operaciones en Coslada (Madrid) y contaba con una estructura perfectamente delimitada donde cada una de las personas que la integraban cumplían sus cometidos de manera coordinada, como los que dirigían el entramado, los recaudadores de capital y las "mulas".
Una persona de la organización, encargada de un locutorio, era el que desempeñaba las funciones de falsificador, ya que poseía altos conocimientos informáticos, y desde ese establecimiento tramitaba la contratación de un elevado número de líneas telefónicas, aportando identidades ficticias o provenientes de usurpaciones.
Además, también blanqueaba capitales para el entramado, según las fuentes policiales.
También contaban con la colaboración de un concesionario de coches que facilitaba al director de la organización vehículos sin necesidad de hacer ningún trámite, proporcionándole coches diferentes y sin cambiar la titularidad de los mismos.
La investigación sigue abierta ante la posible existencia de más víctimas e implicados en estos delitos.