El hombre que permanece desde el martes en prisión provisional por su vinculación con la muerte de un hombre de 44 años el pasado 15 de mayo en Alhama de Granada (Granada) fue captado por una cámara de seguridad cuando huía con el vehículo de la víctima tras el crimen, aún con manchas de sangre en el rostro, una imágenes que permitieron su identificación y posterior detención.
La Guardia Civil, en el marco de la operación Corralazo, le puso el martes a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Loja, que acordó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, en el marco de una causa que ha sido declarada secreta y en la que se le investiga por un delito de homicidio, según detallaron a Europa Press fuentes judiciales.
La víctima fue localizada por un familiar al que le extrañó que esa mañana la puerta de su casa estuviera abierta. Entró a comprobar si el hombre estaba bien y se lo encontró muerto en el salón de la vivienda con un fuerte golpe en la cabeza; aunque la autopsia reveló luego que el golpe no fue la causa de la muerte, sino que murió por asfixia.
El equipo de homicidios de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Granada se hizo cargo de la investigación y lo primero que constató fue que había claros indicios de pelea en la habitación donde se encontraba el cadáver. No obstante, la Guardia Civil indica en una nota que no ha sido fácil identificar al sospechoso, un joven marroquí de 28 años que se encontraba de manera ilegal en España y que había sido visto por la localidad de Alhama de Granada hasta el día del homicidio.
PRIMERA PISTA
Tras la inspección ocular, los investigadores averiguaron que el turismo que conducía la víctima, que tenía que haber estado aparcado en la puerta de su domicilio, había desaparecido la noche del crimen y encontraron un testigo que afirmó haber visto circular este vehículo a toda velocidad por las calles de la localidad a la hora que se ha datado la muerte del fallecido, y le llamó la atención porque este último siempre conducía bastante más despacio.
Con esta primera pista los agentes de Policía Judicial buscaron cámaras de seguridad que pudieran haber grabado el vehículo en su huida y encontraron una en la que se ve al presunto homicida conduciendo el vehículo y manchas de sangre en su rostro. Con estas imágenes la Guardia Civil identificó al sospechoso y se le puso en requisitoria para que fuera localizado y detenido en el momento en el que cualquier patrulla de la Guardia Civil o de la Policía Nacional lo encontrara. Lo que ocurrió el pasado día 22 de mayo por la mañana.
La Brigada Móvil de la Policía Nacional de Málaga lo detuvo en la estación de autobuses de Málaga tras identificarlo y comprobar que existía un señalamiento policial contra él. Después lo puso a disposición de los investigadores de la Guardia Civil.
La Guardia Civil ha recuperado el vehículo robado y los agentes han extraído huellas y restos biológicos de él que se están cotejando para verificar si son del detenido. El detenido ha ingresado en la prisión de Albolote (Granada).
