¿Comprarías un regalo pensando que la persona a la que se lo vas a dar lo va a devolver o simplemente tirarlo a la basura? Seguramente no, es más, incluso si se trata de un compromiso, buscarías por todo los medios regalar aquello que más ilusión puede hacer, con la idea, quizás, de que sea para toda la vida. Ahora bien, también lo más seguro es que no te afectase igual que, pasados unos meses, te encontrases en el contenedor ese libro que adquiriste para esa persona, a que fuera un perro lo que hallaras junto a los desechos.
Desgraciadamente, en muchas ocasiones ese regalo de Navidad, acaba convirtiéndose en el “juguete roto” cuando se aproximan los meses de verano. Un “juguete” que en el mejor de los casos, acabará topándose con asociaciones y protectoras que hacen una labor tan encomiable como PPPludos o No me abandones, en las que detrás de estos nombres se hallan voluntarios dispuestos a dejarse la piel buscándoles una nueva y feliz vida, pese a que la realidad es que no siempre pueden conseguirlo.
Lo más cruel de esta situación, es que la historia se repite año tras año, y sí, en Jerez también.
“Recibimos de cinco hasta incluso quince llamadas diarias de perros que han sido abandonados en Jerez, o que se encuentran en una situación lamentable. Algunos están amarrados en azoteas o campos, quizás alguna vez a la semana le llevan agua y comida, pero eso no es vida. Calculo que en Jerez, al año puede haber unos 2.000 abandonos, eso sin contar los gastos, claro”, explica Fátima González, presidenta de la protectora 'No me abandones', la más longeva de la ciudad, la cual lleva más de veinte años rescatando, sanando y buscando adopciones serias y responsables para los cientos de perros que recogen cada año.
Para Fátima, ser voluntaria, y además presidenta de la protectora, es tener que estar 24 horas al día pendiente de ella, es llorar con las historias que hay detrás de cada perro que auxilian, es tener que dar prioridad también a los que se encuentran en una situación más vulnerable; perros enfermos, mayores, cachorros o los tan injustamente temidos 'PPP'. La capacidad de esta protectora local es de 90 perros, pero han llegado a acoger hasta 120 en los meses más complicados. Un 'sanatorio maravilloso' así describe la presidenta a este enclave en el que pretende que ellos sólo estén de paso.
“La mayoría están felices en la protectora, aunque hay algunos perros, los que menos, que no consiguen adaptarse. Obviamente, el calor de un hogar y una familia es lo mejor que les puede pasar, pero entre todos los voluntarios sacamos como mínimo tres veces al día a todos los perros que están aquí. Queremos que estén de paso, y que encuentren rápido una familia, aunque también los tenemos los llamados históricos, perros que entraron siendo cachorros y que han pasado los años y nadie los ha adoptado”.
Los “invisibles”, así se denominan a los perros que nadie se interesa por ellos, los que en su mayoría están abocados a pasar toda su vida en un refugio. Son perros mayores, la mayoría viven bajo la calificación de “Perros Potencialmente Peligrosos” y suelen ser de color negro. Aunque también hay historias reconfortantes, como la de Trazo, un perro de once años, negro y con leishmania, que se encontraba en la protectora y que recientemente ha sido adoptado. Por supuesto, ahora es el rey de la casa.
Neli Valenzuela, voluntaria de la asociación PPPludos Jerez, explica la incesante labor que hay detrás de buscar un hogar para estos peludos, “hacemos un trabajo exhaustivo para darles una segunda oportunidad. No vale con rellenar un formulario. Nos gusta conocer a las familias que quieren adoptar, saber si tienen conocimientos previos del cuidado de mascotas, si lo van a tratar como uno más en la familia”. A eso se dedica esta asociación, además de recaudar dinero para los gastos del veterinario, buscar casas de acogidas y darles mucho amor a estos amigos de cuatro patas.
Que la sociedad se conciencie sobre el abandono y que se endurezcan las leyes contra el maltrato animal, vuelven a ser los deseos de protectoras y asociaciones para el próximo año. Mientras, tienen un mensaje común que mandar: “Que antes de comprar un perrito por Navidad, lo piensen bien y sobre todo que adopten y den una segunda vida a todos aquellos “invisibles” que hay en Jerez”.