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Provincia de Cádiz

Los narcos pierden el miedo

Policías, guardias civiles y coordinadoras antidroga piden penas contundentes y justicia ágil. “Hacer daño es barato” y las condenas se retrasan 10 años

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  • Estado en el que quedó el vehículo de la Policía Nacional embestido por un narco en Algeciras; dos agentes resultaron heridos, uno de ellos, muy grave. -

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, aseguró este lunes que los narcos deben tener claro “que no quedará impune un atentado a Policía o Guardia Civil”, pero solo 24 horas después, los autores de los atropellos a dos agentes durante una operación antidroga en Estepona quedaron en libertad tras pagar una fianza de 3.000 euros, según denunció la Asociación Unificada de la Guardia Civil en Málaga.

“Hacer daño es muy barato”, advierte Miguel Moral, responsable de Jucil en Algeciras. Los delincuentes, lamenta, “saben que no les va a pasar nada, actúan con impunidad”. “Lo primero que necesitamos es respaldo judicial”, demanda ante la imparable escalada de violencia. En la última semana y media, tres miembros de la Benemérita fueron tiroteados cuando investigaban una plantación de marihuana en Bornos y otros dos policías fueron heridos, uno de ellos de gravedad, en Algeciras, tras ser embestidos por un narcotraficante que acababa de alijar droga. El jueves pasado, la Guardia Civil detuvo a dos personas tras interceptar un vehículo que transportaba 25 fardos con unos 700 kilos de hachís con el que los delincuentes trataron de llevarse por delante al vehículo oficial camuflado que participaba en el operativo de detención, ocupado por tres agentes que acabaron en el hospital.

“Este tipo de sucesos es constante”, apunta Alberto López, portavoz de Jupol en Algeciras. “Los narcos no tienen miedo de arremeter contra los compañeros” porque la respuesta de la Justicia se demora. No en vano, la propia fiscal especial antidroga de Andalucía, Ana Villagómez, explicó al respecto en una entrevista en Canal Sur, recogida por Europa Press, que las penas contra el tráfico de droga “son contundentes”, aunque “el problema está en cuándo llegan esas penas”. “Tenemos que disponer de mecanismos para que esas penas no tarden en llegar 10 años”, concretó.

“Estamos implementando medios en la administración de Justicia”, explicó Grande-Marlaska en su visita, con la constitución de cinco juzgados en la comarca y una plaza de magistrado de la sección de Algeciras. Pero Francisco Mena, portavoz de la plataforma Por tu seguridad, por la de todos, integrada por las asociaciones contra la drogadicción y sindicatos policiales del Campo de Gibraltar, ha reclamado, además de “mayor contundencia de la Justicia ante estos episodios” que deben ser considerados “atentados contra la autoridad”, la contratación de más funcionarios para aligerar la instrucción de las causas y una segunda sala en la sección séptima de la Audicencia Provincial de Cádiz, con sede en Algeciras. 

“El Gobierno está haciendo esfuerzos”, reconoce. Desde mediados de 2018 y hasta ahora, ha invertido más de 20 millones de euros en el Plan de Seguridad para el Campo de Gibraltar, que se ha saldado con más de 8.000 detenciones, y hay previstos otros 48 hasta 2021, 18 de los cuales se van a destinar a medios materiales. Sin embargo, no es suficiente.

“No podemos trabajar con coches sin defensa”, señala Alberto López. Ya llegó una primera partida. Pero los dos policías nacionales circulaban en un Toyota Pryus. El narcotraficante que los arrolló, “con una locomotora”, un BMW X5, 4X4, de 2.700 kilos de peso y una tonelada de carga.

“Necesitamos chalecos antibalas”, agrega. Actualmente, comparten los que hay. “Y los narcos tienen armas”, advierte. En Algeciras, por otro lado, faltan más de 200 policías. La coordinadora estima que el refuerzo necesario es de 600 agentes, incluidas las policías locales de los municipios del entorno.

Y también pronostica un repunte del narcotráfico y de la violencia por la crisis económica. Francisco Mena asegura que “el fenómeno es cíclico y responde a una situación endémica”, en el que la falta de formación y de oportunidades ha empujado hasta a tres generaciones a la delincuencia.

“La declaración de zona de especial singularidad atraería inversiones”, defiende. La implicación de la UE, como hizo con la inmigración, permitiría también ser más eficaces para erradicar esta lacra. “La droga que entra por el Estrecho acaba en las calles de Bruselas. Esto es cosa de todos”, concluye.

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