La Guardia Civil ha rescatado y auxiliado en el puerto de Melilla a seis personas, dos de ellas menores de edad, que se habían ocultado dentro de un camión que transportaba chatarra a granel y se disponía a embarcar en un buque con destino a la península.
La actuación tuvo lugar el pasado martes durante el registro que efectúan los agentes del Instituto Armado a los vehículos que embarcan en los buques con objeto de evitar la inmigración irregular y evitar riesgos para la integridad física de personas que se introducen en lugares peligrosos.
En esta ocasión la alerta se obtuvo al utilizar el detector de latidos del corazón a una batea que embarcaba con abundante chatarra a granel. Fue entonces cuando los agentes tuvieron indicios de que, oculta entre la mercancía, podría encontrarse alguna persona. Así, se activó al Servicio Cinológico de la Comandancia, marcando el can especializado en la búsqueda de personas con sus ladridos de forma insistente sobre la batea.
A partir de ese momento, el Equipo de Registro de la Sección Fiscal del Muelle comenzó la búsqueda con cuidado y riesgo, ya que este tipo de carga es muy peligrosa e inestable. Según han explicado, tuvieron que remover pieza a pieza para evitar cualquier accidente, hasta llegar a las oquedades que los migrantes fabrican.
Éstas, conocidas como hornillos o chimeneas, sirven para que los migrantes se oculten con el fin de introducirse en los buques como polizones. En ese lugar se localizaron a seis personas, varones, dos de ellos menores de edad e indocumentados. Todos ellos se encuentran en buen estado de salud, según ha informado la Guardia Civil.