Si una agrupación en Huelva destaca por su buen ambiente, esa es la chirigota del Molino, un grupo humano inigualable que ha convertido su cuarto de ensayo en un lugar familiar en el que compaginar el duro trabajo de los largos meses de ensayos con esa parte afectiva necesaria para consolidar a sus integrantes, convirtiendo a cada uno de ellos, incluyendo sus familias, en un todo.
Dada la experiencia de los responsables directos de esta chirigota, la cohesión es uno de los elementos imprescindibles para soportar las largas noches de ensayos, y ser parte de algo y lograr ese sentimiento de pertenencia requiere de un esfuerzo en el que invierten mucho, logrando unos resultados más que aceptables.
Este año los del Molino vuelven con una nueva historia de la mano de Sergio Martín, que junto a Miguel Sandino -nueva incorporación de este año al grupo- asume la música y dirección de la chirigota. Este binomio era lógico, dadas las relaciones que ambos carnavaleros tienen, tanto dentro como fuera de la fiesta.
Sandino es otro de los grandes directores que se han postulado en estos últimos años, destacando su capacidad de montaje y afinación, así como sus cualidades vocales. Sergio Martín, con facultades similares, centra más su atención en la creación de grupo, manteniendo el ambiente necesario, que junto a Manu Suero, logra establecer a la perfección.
La letra está algo más repartida, sin que esto distorsione mucho la seña de identidad: Sergio Martín, Manu Suero, Javier Santana, Jesús M. León y Francisco Alhamar. El pasado año hicieron un pase muy aceptable, siendo una agrupación muy valorada por el público asistente, en la que destaco la musicalidad de los pasodobles, la creatividad en el desarrollo y la interpretación de los personajes, una chirigota que cada año se supera y que este año prometen seguir en esa línea.
Este año llegan con un tipo algo más fresco: ‘Los fresquibiris’, y aún así, seguro que sabrán calentar el ambiente.
