El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha cargado hoy contra el presidente de la Generalitat, Joaquim Torra, por "banalizar" y "frivolizar" con la violencia. No obstante, ha insistido en responder con "moderación" con el fin de "calmar los ánimos" y ha rechazado la adopción de medidas extraordinarias alegando que para ello debe haber una "legitimidad social" y que la ciudadanía entienda cuando se aplican.
Pedro Sánchez, que ha asistido en Bruselas al Consejo Europeo, se ha referido expresamente a las afirmaciones que realizó ayer Torra*--del que ha dicho que "cada vez es más radical"-- ante el Parlamento de Cataluña, cuando apostó por "poner las urnas" y planteó por llegar a la autodeterminación en esta Legislatura.
En este sentido, el jefe del Ejecutivo en funciones ha recordado al presidente catalán lo que dice la sentencia del Tribunal Supremo sobre la autodeterminación y "los límites a lo que plantea" Torra. Y le ha advertido de que no puede repetir el camino que "ha llenado de frustración, fracaso y fractura a la sociedad catalana".
Pedro Sánchez se ha mostrado dispuesto a abrir una nueva etapa, pero ha exigido al presidente de la Generalitat que reconozca a la otra parte de la sociedad catalana, que "no es un solo pueblo sino muchos pueblos", donde los independentistas no son mayoría.
En este sentido, el presidente en funciones ha reconocido que los soberanistas pueden tener una mayoría parlamentaria, pero ha dejado claro que "no la tienen social". Por ello, ha instado al jefe del Ejecutivo catalán a aspirar a ser presidente de todos en lugar de ser "cada vez más radical" y "banalizar la violencia", frivolizar con ella, minusvalorar los efectos graves, no solo sobre la economía, sino también sobre la convivencia en Cataluña.
Tras estas acusaciones, Pedro Sánchez ha advertido de que ante la "banalización" de la violencia el Estado aplicará la Legislación para garantizar la "tranquilidad, la seguridad y la convivencia en Cataluña".
LEGITIMIDAD SOCIAL PARA APLICAR MEDIDAS
No obstante, el jefe del Ejecutivo en funciones no ha desvelado en qué consistirá esa aplicación de la Legislación. Se ha limitado a defender su postura de "firmeza, proporcionalidad y moderación" porque considera que ésta última es su "fortaleza" y contribuye a "calmar los ánimos" y a "reconducir las situaciones".
Ha insistido, eso sí, en la advertencia realizada por el Ministro del Interior de que quienes cometen una ilegalidad responderán por ello
"más pronto que tarde". "Que nadie tenga la menor duda: no habrá espacio de impunidad para los actos vandálicos que hemos visto estos días".
Pedro Sánchez ha vuelto a reiterar que cualquier decisión que se pueda tomar está prevista con el fin de garantizar la convivencia y ha vuelto a apalear a la unidad de acción de los distintos partidos políticos. Para ello, ha recordado que les citó esta semana en Moncloa con el fin de explicarles los "distintos escenarios y las respuestas que se pueden dar".
Y tras insistir en la proporcionalidad, ha recordado que el Estado cuenta con la legitimidad democrática de las leyes y de la propia doctrina del TC, que dicen "cuándo se pueden aplicar las medidas extraordinarias, la Ley de Seguridad Nacional o el 155".
No obstante, Pedro Sánchez ha rechazado la aplicación por el momento de medidas extraordinarias. En su opinión, "lo importante es que haya una legitimidad social, que la ciudadanía entienda cuándo se aplican esas medidas extraordinarias". Pero ahora, considera que es el momento de la moderación y la ponderación de las medidas para contribuir a calmar los ánimos.
En su intervención inicial ante los periodistas, tras la reunión del Consejo Europeo, el jefe del Ejecutivo español ha querido enviar un mensaje, en el contexto internacional en el que se encontraba, para rebatir las acusaciones que hacen los independentistas contra la calidad de la democracia española.
Así, tras dejar claro que el Estado no puede ceder al "impulso de la exaltación" pero ha precisado que en España se respetan todas las "libertades, derechos y opiniones y nadie es sancionado por ellas, solo por sus acciones cuando estas son contrarias a la legalidad democrática".
Por ello, ha hecho una defensa del derecho a la huelga que hoy se ha convocado en Cataluña para protestar por la sentencia del Tribunal Supremo contra el procés. Ese derecho de manifestación, ha dicho, es la "prueba viva de la fortaleza de la democracia" y "debe ser protegido por todos los poderes públicos y así lo hace el Gobierno de España".
Pero ha recalcado que debe ser ejercido "de modo absolutamente pacífico, sin afectar a los demás ciudadanos" que no deseen participar de él.
CONTEXTUALIZAR LA RESPUESTA DE MARLASKA
En cuanto a la afirmación realizada por el ministro del Interior esta mañana, de que se puede visitar Barcelona con total normalidad, ha afirmado que "hay que contextualizar la respuesta del ministro", ya que si hay alguien que sabe lo que está pasando en Cataluña es él, que lleva "muchas horas esta semana ejerciendo una labor sobresaliente en la coordinación de las FCSE incluidos los Mossos".
De hecho, ha afirmado que aunque Torra no reconozca la labor de la policía autonómica catalana, el Gobierno subraya que lo ocurrido estos días ha sido una "extraordinaria coordinación" con los Mossos.
Pedro Sánchez ha desvelado que sus colegas comunitarios le han preguntado por los hechos vandálicos ocurridos en Cataluña durante estos días, pero ha restado importancia a estas conversaciones que ha circunscrito al interés mediático de este tipo de imágenes.
Eso sí, ha querido destacar la labor de las embajadas españolas durante estos días de crisis, que han transmitido cuál es la posición del Gobierno de España y la defensa del Estado social y democrático de derecho. "Estoy muy satisfecho con la labor del cuerpo diplomático y el Ministerio de Exteriores", ha zanjado.