El juez instructor del caso "procés", Pablo Llarena, comunicará de forma inmediata a las autoridades belgas que el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, a quien reclama por los delitos de sedición y malversación, no tiene inmunidad al no ser miembro del Parlamento Europeo.
No lo es, según explicará Llarena a Bélgica, porque no acudió a Madrid tras ser elegido europarlamentario a acatar presencialmente la Constitución ante la Junta Electoral Central, como exige el artículo 224 de la Ley Orgánica de Régimen Electoral, y, como consecuencia, no tomó posesión de su escaño.
Son los dos principales argumentos que esgrimirá el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena en un escrito ante las autoridades belgas en respuesta a la consulta que éstas elevaron en la madrugada de este viernes, según han informado fuentes del alto tribunal.
En cualquier caso, Llarena les indicará que la confirmación de que Puigdemont no es miembro del Parlamento Europeo puede instarse directamente a la Eurocámara.
Y lo hará poco después de que el propio Puigdemont, huido de la Justicia española desde hace dos años, se haya presentado voluntariamente ante las autoridades belgas para rechazar entregarse a España en virtud de la nueva orden europea e internacional de detención y entrega dictada por Llarena.
El juez decidió volver a reclamar a Puigdemont, esta vez por los delitos de sedición y malversación, horas después de conocer la sentencia del "procés", que condena a penas de entre 9 y 13 años de cárcel por sedición a nueve líderes independentistas acusados, entre ellos el que fue su vicepresidente, Oriol Junqueras.
Por su parte, la Fiscalía belga anunció que procederá a un "análisis en profundidad" de la nueva euroorden, la tercera cursada contra el expresidente de la Generalitat.
En su auto, Llarena argumentaba que "los indicios racionales de criminalidad" que pesaban contra Puigdemont en la instrucción "no sólo persisten, sino que cuentan hoy con una sentencia que opera como elemento de refuerzo respecto del pronóstico de responsabilidad del fugado".
El magistrado retiró hace meses la euroorden que pesaba contra Puigdemont y otros exconsejeros catalanes después de que el tribunal regional de Schleswig-Holstein (Alemania) rechazase entregar al expresident por rebelión y solo admitiese hacerlo por malversación, una línea roja para Llarena, que lo rechazó de plano.