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El Puerto

Vivir en el palo

En el peor de los escenarios siempre halla el escape y retoma el ánimo para voltear la realidad

Publicado: 28/05/2019 ·
11:12
· Actualizado: 28/05/2019 · 11:18
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  • Sede del PSOE de El Puerto. -

Pasar varias horas rodeado de políticos no deja de ser toda una experiencia comprometedora. De las que no se olvidan. Nervios, prisas y caminatas. Decían que el 26M iba a ser de sonrisas y lágrimas, algo parecido resultó. Con la mente fría y descansanda, el lunes fue mejor, mucho mejor, que el domingo. Sin comparación.

El todavía alcalde de El Puerto tiene alma de náufrago. El superviviente eterno que sale a flote cuando toca y puede. Se recompone y se reinventa las veces que hagan falta. Un controlador de emociones. Pura energía. En el peor de los escenarios siempre halla el escape y retoma el ánimo para voltear la realidad. Si lo cogen con el carrito del helado, sonrisa al viento y a capear. El temporal, como buen náufrago, arrea pero se calma. Vuelve donde lo dejó. Otro problema, suyo, heredado o creado por los que pululan con él, carpeta bajo el brazo, entona disculpas y sigue. Es su sino. Él siempre va. No he terminado de saber de dónde viene, pero siempre continúa.

En el cierre electoral fue uno más. Otro que miraba y engullía los datos que escupía la App. Suspiro. Mirada al frente, sonrisa y cabeza agachada. Otra vez escuchando y pensando. Intuía que todo podía cambiar por un concejal de más o de menos. Esperó. La tecnología no entiende de sensaciones, la marabunta lo coge a la primera y fue la que recordó que la noche ya había comenzado hacía horas y que la retirada era lo mejor del día. Se quedaron en la calurosa sede los socialistas. Los de siempre. Los que saben estar cuando pierden y cuando ganan. Ni cansancio, ni App, ni calor eran para dejar solo al que minutos más tarde sí les dio el sentido de todo. El amor con amor se paga.

El todavía alcalde sabe que su victoria será la más triste, luchó por salir airoso del envite e hizo, como buen luchador, hacer sudar a unos y a otros. Vivir en el palo es lo que tiene. Podrá decir que 24 años después los socialistas tienen otra vez sus mejores datos. Es información. Que hizo lo que pudo por mantenerse a flote, que el salvavidas le dará aire para buscar otro puerto.

El todavía alcalde también tuvo el respaldo de los medios en su amargo ganar. Ironía del destino. Cuatro años antes, sentado y ante un aluvión de micros, había reconocido que le gustaba la idea de "ser alcalde". Se cocinaba entonces el tripartito. El náufrago lo puede contar, sus otrora socios, reniegan del que les dio el cobijo. Él sí sigue.

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