El Juzgado de Menores de Valladolid ha condenado a seis años de internamiento terapéutico en régimen cerrado por los delitos de asesinato y de robo con violencia al menor que propinó una paliza mortal a Eli, una persona transexual muy conocida en la capital vallisoletana, por unos hechos que ocurrieron en agosto de 2018 en las inmediaciones de Vallsur cuando el ahora condenado tenía 15 años y la víctima 59.
Según consta en el extracto de la sentencia del Juzgado de Menores de Valladolid recogida por Europa Press, esa medida de internamiento terapéutico en régimen cerrado por una duración de seis años será complementada por una medida de libertad vigilada de tres años.
El Juzgado de Menores dejó visto para sentencia el juicio por la muerte de Eli el pasado jueves, 25 de abril.
El extracto de la sentencia recoge como hechos probados que el menor se fue a la casa de unos amigos poco después de la medianoche del día
11 al 12 de agosto de 2018 "sin conocimiento ni consentimiento de su madre", con la que convivía en Puente Duero.
El menor permaneció en casa de sus amigos desde las tres hasta poco antes de las seis de la madrugada cuando, tras una discusión con alguno de sus amigos, decidió regresar al domicilio familiar ya que su madre le había llamado previamente por teléfono.
Al llegar a la altura del Centro Comercial Vallsur, el menor se encontró casualmente con la víctima quien, travestida con peluca de mujer, camiseta de tirantes y sujetador, minifalda, zapatos de tacón y un pequeño bolso de tela, llevaba varios minutos por la zona paseando arriba y abajo sin objeto aparente. "No consta contacto de clase alguna, ni conocimiento previo, entre ellos", precisa el fallo.
Tras una breve conversación el menor y la víctima acordaron mantener
relaciones sexuales y se encaminaron "de forma distendida y sin que medie coacción alguna del mayor sobre el menor" hacia unas escaleras del citado centro comercial que bajaron para mantener relaciones sexuales.
En un momento dado, la víctima cogió el bolso para buscar algo
dentro y el menor saltó sobre las espaldas de Eli y colocó sus piernas prácticamente a la altura de las caderas de la víctima, "totalmente desprevenida", --según el relato de los hechos se estaba masturbando--, y en una "rapidísima maniobra" pasó su brazo por delante de la garganta de la víctima a la que tiró al suelo violentamente donde lo inmovilizó ayudándose con su propio cuerpo y sus piernas mientras mantenía, con intención de provocar su asfixia, una "fuerte presión" sobre la garganta de la víctima que se prolongó durante unos dos minutos.
En el transcurso de esta maniobra de bloqueo y asfixia la víctima apenas realizó movimiento alguno. Sobre las 06.25, el menor se levantó y al advertir que Eli, que yacía en el suelo, inmóvil e inconsciente, aún respiraba, comenzó a golpearle reiteradamente "sin cesar" hasta que a las 06.26 cogió el bolso que registró para apoderarse de él y continuar "violenta y brutalmentemente" golpeando y pateando a la víctima, acción en la que no cesó hasta las 06.27 horas ante las voces de uno de los vigilantes de seguridad del centro comercial.