No ha podido ser, aunque la plantilla lo ha intentado hasta el último momento. La empresa de telemarketing Konecta, que trabajaba para clientes de Vodafone, la antigua ONO, hizo efectivo el cierre de su sede en El Puerto de Santa María el pasado martes. Un cierre prácticamente anunciado ante las condiciones “inviables” propuestas a los casi 200 trabajadores para trasladarlos a Bollullo de la Mitación y Valladolid.
Teniendo en cuenta la precariedad de los contratos era complicado que la plantilla procedente El Puerto, Sanlúcar y Jerez -desde donde acudían a trabajar unos 60 vecinos- continuara en la plataforma. Finalmente, el Juzgado de lo Social número 1 ha dictaminado una indemnización de 25 días por año trabajado, cinco días más de lo que pretendía la empresa.
Sólo seis de 197 trabajadores, dos ellos jefes de servicios, han aceptado los traslados. Desde el comité lamentan la nula predisposición de Konecta a negociar, pues se le había ofrecido otras sedes en la provincia. Desde Majorel (la antigua Arvato) y Vodafone ya están ofreciendo contratos de 18 y 20 horas a la plantilla.