El proyecto del futuro hotel del Puerto sigue provocando el rechazo de numerosos colectivos ciudadanos, mientras “el Ayuntamiento no justifica el interés general del rascacielos”, ya que una construcción de esta envergadura, tal como reclama la plataforma ‘Defendamos nuestro horizonte’, debería contar con el “consenso y el dialogo con los malagueños”.
Así lo afirmó la portavoz de Málaga Ahora, Ysabel Torralbo, quién adelantó la moción que este grupo municipal presentará el próximo lunes en la Comisión de Urbanismo y en la que denuncian que “los 150 metros de altura previstos para el hotel-rascacielos del Puerto contradicen la Estrategia Paisajística de Andalucía de 2012 y un sinfín de disposiciones normativas”.
De hecho, el proyecto “relega a un segundo plano edificaciones que históricamente han definido nuestro paisaje, como son la Alcazaba y el Castillo de Gibralfaro, cuya altura igualaría, la Farola y la Catedral, al impedir su visión conjunta y emerger como una mole en mitad del mar. Esto, a su vez, interrumpiría la percepción del cinturón montañoso que rodea la ciudad”, explica la misma moción.
Además, sólo a través de noticias, “hemos sabido que incluso el proyecto supera en 26.000 metros cuadrados el techo de edificabilidad para la zona del puerto considerada de uso ciudadano”.
Para Torralbo se trata de otra irregularidad más que “se suma al cambio para uso hotelero de unos terrenos que, según la ley, tienen otra finalidad”, por lo que su grupo pedirá que el Ayuntamiento justifique el interés general acreditado que permitiría todas estas excepciones.
Igualmente, exigirá que se elabore un estudio de impacto ambiental, después de que la fundación Icomos, asesora de la Unesco, insiste en que no se construya el rascacielos por su “impacto irreversible”.
Consulta ciudadana
La fundación Icomos “es solo una de las muchas organizaciones que han expresado su rechazo al proyecto” aseguró Juan Antonio Triviño, portavoz de la plataforma Defendamos Nuestro Horizonte, que mostró su apoyo a la moción de Málaga Ahora. “Es un proyecto de ciudad y sin embargo no cuenta con consenso ciudadano. Por eso no hay interés en someterlo a una consulta popular”, afirmó.
“Son muchas las mentiras que se han vertido sobre este proyecto, empezando por que se trate de un hotel”, señala Triviño, recordando que la empres catarí concesionaria es de carácter inmobiliario, no hostelero, “por lo que también se miente sobre la supuesta creación de empleo, cuando ni siquiera se sabe el destino del rascacielos”.
La ubicación “es una plataforma portuaria que se adentra en el mar, lo que según el ordenamiento vigente impide este tipo de construcciones”, recordó Triviño, quien denunció que “los informes de los técnicos municipales y de los autonómicos eran desfavorables a la construcción de este rascacielos, pero han primado informes políticos”.