Ma respondió así a las críticas públicas por la lentitud en las operaciones de rescate para desenterrar a cientos de sepultados por el lodo originado por las lluvias torrenciales que causó el tifón.
“Pudimos haberlo hecho mejor y más rápido. Pero, no fue así y desde luego lo lamento mucho”, dijo el presidente a la prensa en el condado central de Nantou, muy dañado por el tifón.
Según Ma, el mal tiempo de los últimos días con fuertes lluvias impidió el trabajo de los helicópteros de rescate, algunos derribados, y de las misiones de socorro.
El presidente advirtió de que los confirmados 123 muertos pueden elevarse a 500 porque todavía hay cientos de personas enterradas bajo el lodo solamente en la aldea montañosa de Siaolin.
Las tareas de rescate continuaron ayer con cada vez menos esperanzas de encontrar supervivientes entre las personas enterradas, aisladas y sin alimentos.