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Arcos

Desde la cuna del Carnaval

Manuel Brenes dio muestras más que suficientes de su conocimiento y pasión por el carnaval

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  • El pregonero en acción. -

Uno de los momentos más esperados de las fiestas del Carnaval dio inicio con el pregón pronunciado por el definitivamente arcense Manuel Brenes Rivas. Definitivamente, porque desde 1972 que llegó a la ciudad desde la Tacita de Plata, el exprofesor ha formado parte del paisaje humano de Arcos por su implicación social en diversos ámbitos. Así, el exdelegado provincial de Educación, exdelegado municipal, director General de Espectáculos de la Junta de Andalucía y exdirector del Centro de Educación del Profesorado de la Sierra, entre otros cargos institucionales, abrió las puertas del Carnaval arcense con su particular proclamación, cumpliendo las expectativas de una persona culta y sabedor de sus palabras, por raíces y convicción.

La puesta en escena del gaditano no pudo ser más típica, evocando en cierto modo al ‘marinero en tierra’ con su característica indumentaria a rayas. Brenes tituló su pregón ‘Carnavales vividos. Carnavales de coplas’, que dio inicio con un rosario de agradecimientos a aquellas personas y familiares que de una u otra manera han colaborado en el acto.

En los prolegómenos de su pregón, incluyó unos retazos históricos para señalar que: “El Carnaval del que os voy a hablar es un Carnaval que tiene sus raíces en los Carnavales de Venecia y Génova, por sus relaciones comerciales en el siglo XVI. Pero es el comercio con Las Antillas, sobre todo con Cuba, el que ayuda a conformar la copla de carnaval, a finales del siglo XIX. Es precisamente en el año de 1884, donde comienza esa época histórica de las coplas, con la comparsa de 1885 ‘Las viejas ricas’, que llegó a actuar en un teatro de Sevilla. Esta época de las coplas comprende desde los años 80 del siglo XIX hasta la prohibición del Carnaval en la Guerra Civil española, concretamente en febrero de 1937. Es en este período donde aparece la figura de Antonio Rodríguez ‘El Tío de la Tiza’, quedando para la historia la de su coro ‘Los Anticuarios’ con el tango ‘Aquellos duros antiguos’, que se ha convertido con el tiempo en el himno del Carnaval. En esa época de prohibición del Carnaval, y que duró hasta los años de nuestra Transición, es en la que nací. Por tanto, es lo que os puedo contar. O mejor cantar...”.

Manuel Brenes no dejó de introducir elementos biográficos en su pregón: “... Mi pasión por el Carnaval proviene del mismo día de mi nacimiento. Nací en Cádiz, en la calle San Francisco, un 19 de febrero de 1950. En una panadería, pues mi madre era la dependienta. Era Domingo de Piñata. Decía mi madre que fue sobre las seis menos cuarto de la tarde cuando vine a este mundo. Y  lo primero que escuché, además de mi propio llanto, fue una chirigota cantando en el bar de frente de mi casa: ‘Los platillos volantes’, sonaba así: Y a un quinto piso llamó una joven/ seguramente para hacerle una ampliación./ Subí deprisa y me metió en un “reservao”/y de una racha me tiró sobre un sillón./Ella me dijo quiero un retrato./ Que mis hechuras salgan bien en el cliché,/ pero esta parte que está tan negra,/ me la retoqué con el pincel./ Y al comprobar la forma, me costó mucho trabajo./  Yo como soy nervioso, se me vació hasta el cacharro./  Después de tanta lata, también quiso una rebaja./ Después para cobrarle, tuvo que hacerme una firma”.

Y así, entre letrilla y letrilla, Brenes fue redescubriendo su afición por las fiestas: “De esos años son conocidos magníficos autores de chirigotas: Agustín González ‘El Chimenea’, Ramón Díaz ‘Fletilla’, Juanito Ponce, Manuel Rosales “‘Agüillo’, Manuel de Agustín ‘El Carota’,  precursor en los años 60 del cuarteto de Cádiz. Las letras eran picantonas,  la mayoría de ellas, buscando la intencionalidad del oyente”.

El exaltador carnavalero se detuvo especialmente en los años ochenta para evocar una de las mejores épocas que ha conocido la fiesta en Arcos: “Proliferaron las chirigotas y comparsas. Los grupos se dividían y surgían otros nuevos. Federico Rosado, Salvador Pérez Salas, Pepe Olivera, Gerardo Medina, Maxi, Barroso, Perico Cambayá y muchos más. Esto dio lugar a que se pidiera con insistencia, por parte de los aficionados, un concurso de agrupaciones. Así es como surge en 1988 el Concurso de Agrupaciones de Arcos. Se celebraba en el Imperial Cinema y tuvo un notable éxito, pues por él pasaron agrupaciones de muchísima calidad, que competían en Cádiz, El Puerto y Algeciras. El concejal de turno, Manuel González Benito, consiguió que el concurso fuera referente en toda la provincia, al otorgarse cuantiosos premios, que lo hicieron muy goloso para las agrupaciones. El ambiente se trasladaba luego a la calle  en la tradicional cabalgata y en los tablaos que se colocaban en diferentes puntos de la ciudad y por donde pasaban, dejando sus letras, las agrupaciones. ¿Quién no se acuerda y echa de menos aquellos concursos del Imperial Cinema, con el cine abarrotado, el paseo lleno de gentes, los bares que había en la zona, repletos? Fueron buenos tiempos del Carnaval arcense”.

Brenes finalizó con unos versos de cosecha propia: “... A este pueblo serrano,/ con emoción,/ estando agradecido,/ así le digo yo:/ siempre me tendrás a tu vera,/   porque siento en mis venas/  tu sangre con pasión./  Y te prometo que llevaré tu bandera/  los años que me quede de estar aquí,/ pues me siento ‘embrujao’ y me has ‘enamorao’,/ Arcos de la Frontera”.

Proclamación de molineras y corregidor

La primera imagen de la velada, presentada por nuestro compañero José Antonio Panal en presencia del alcalde y su equipo de Gobierno, fue la proclamación de las molineras y corregidor de las fiestas. Se trata de la molinera del Carnaval María Sánchez, siendo sus damas de honor Celia Roldán y Lucía Esperanza García. En Infantil, la molinera de este año es Natalia Gómez, del CEIP San Francisco; la primera dama, Natalia Orellana, del CEIP Juan Apresa; y como segunda dama se encuentra Clara Guerrero, del colegio de La Salle. El corregidor infantil es Alejandro Amarillo. A partir de ahora no solo representarán a la ciudad en los próximos actos del carnaval, sino en otras citas destacadas como la cabalgata de reyes del próximo año. Una vez proclamadas y celebrado el pregón oficial de Manuel Brenes, la calle tomó el absoluto protagonismo. El público y la afición abandonaron la carpa de la plaza del Cabildo para invadir literalmente el casco antiguo luciendo sus disfraces. Se echó en falta más público en comparación con años anteriores, aunque el ambiente fue bueno.

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