La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha abierto el trámite de información pública tras la aprobación inicial del Plan Especial de Ordenación de la Vega de Granada, un documento que se enmarca dentro de los instrumentos de planeamiento previstos en la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía y que tiene como objetivo "la conservación, protección y mejora del medio rural, en concreto, del espacio agrícola que da el soporte y la singularidad a este espacio".
Junto al plan se expone también el correspondiente estudio ambiental estratégico y el resumen no técnico del mismo, según ha informado en una nota de prensa la Junta de Andalucía.
Con esta iniciativa, publicada en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía BOJA, se pone a disposición de los ciudadanos toda la documentación técnica correspondiente al citado plan, que podrá consultarse hasta el 17 de enero de 2018 en el portal web de la Consejería de Medio Ambiente para la presentación de las correspondientes alegaciones.
El ámbito del plan, que afecta a una superficie total de 15.880 hectáreas, integrando suelos de 27 términos municipales de la aglomeración urbana de Granada, abarca los suelos no urbanizables comprendidos desde el entorno del núcleo de Láchar hasta el borde oeste de la capital granadina, incluyendo terrenos ubicados al norte y sur de la misma, e integra los cauces fluviales del río Genil, principal eje estructurador de este territorio, y de los ríos Cubillas, Monachil, Beiro y Dílar.
Además de abordar la protección y activación del espacio agrario desde un enfoque integrador, el documento identifica las zonas de vega en base a "las características de los modelos productivos agrarios y los sistemas de regadío que en ellas se desarrollan, estableciendo normas específicas de aplicación para preservar los valores asociados a la actividad agraria tradicional". No en vano, se incluyen medidas de protección y revalorización del patrimonio cultural de la Vega, asociado a "la actividad agropecuaria que ha contribuido a la construcción de este territorio".
Una de las principales apuestas del plan es el establecimiento del modelo de uso público, configurado a partir de la gran red de recursos territoriales preexistentes, que permitirá el recorrido y conocimiento de la Vega granadina de forma compatible con la actividad agraria, y contribuirá a "la mejora del paisaje y a la regeneración de ecosistemas fluviales".
En concreto, se plantea una red de cerca de 160 kilómetros de itinerarios, 90 de ellos asociados a los entornos fluviales que conectan los núcleos urbanos con la Vega y con las principales áreas forestales del ámbito. También se prevén diez áreas de encuentro para el descanso y esparcimiento, que constituyen puntos de acceso a la red de itinerarios.
Desde el punto de vista ambiental y paisajístico, se presta especial atención a la conservación y mejora de los ecosistemas asociados a los cauces fluviales y a los sistemas agrícolas tradicionales, así como a la integración de las actuaciones existentes o previstas en la vega, entre otros aspectos. También se apuesta por la mejora de la movilidad agrícola, y el fomento de la movilidad sostenible estableciendo una red ciclista de transporte, de acuerdo con el Plan Andaluz de la Bicicleta.
El documento incorpora además un plan de gestión que establece las bases de coordinación entre las distintas administraciones y organismos con competencias para intervenir en el ámbito, la planificación temporal y valoración de las actuaciones.
Cabe destacar que para la elaboración del Plan Especial de Ordenación de la Vega de Granada, formulado en 2012, se ha contado con la participación de las administraciones competentes, partidos políticos, organizaciones agrarias y colectivos sociales implicados.