Caótica, e incluso irrespetuosa fue la organización del concierto del grupo cubano “Gente de Zona” en
la Plaza de Toros de Estepona, particularmente en lo que se refiere a la gestión de las mesas dispuestas
al efecto en las proximidades del escenario, como si de una discoteca se tratara.
Hubo casos de 'overbooking', ausencia de las consumiciones incluidas en la entrada, malos modos, personas que se veían obligadas a compartir mesas reservadas con desconocidos... un despropósito que no es achacable en modo alguno a los artistas, pues estos respondieron a las expectativas en su actuación, sino a la promotora Luxpol Global y su responsable Alexander de Mondey. A ello había que añadir una plaza desangelada, con apenas un cuarto de entrada.