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Un "Patatú", un degollado, y la esperanza de convertirlos en BIC

Una fiesta venida del siglo XIV y que se ha celebrado con la esperanza de convertirse en Bien de Interés Cultural

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Escondido en el Valle del Guadiato cordobés, Obejo ha vivido hoy uno de sus tres días grandes, los que consagra a la tradicional Danza de las Espadas, con su degollado y el "patatú", una fiesta venida del siglo XIV y que se ha celebrado con la esperanza de convertirse en Bien de Interés Cultural (BIC).

No es el único anhelo de los habitantes de este municipio para su singular tradición, pues, como explica a Efe el hermano mayor de la Hermandad de San Benito, Antonio Ruiz, en Obejo no tienen noticias de la Junta de Andalucía en lo que concierne a la declaración de la Danza de las Espadas como Bien de Interés Turístico Regional.

"Es cierto, no tenemos respuesta por parte de la Junta de Andalucía, pero por otro lado, lo que queremos es lograr la denominación como Bien de Interés Cultural por parte del Gobierno de España", señala Ruiz al respecto.

La Danza de las Espadas, también llamada "Bachimanía", tiene su origen en el siglo XIV, y congrega hasta en tres ocasiones -enero, marzo y junio- a miles de personas en el municipio de Obejo para ver en vivo una celebración bastante singular, en la que participan 40 personas y que simboliza el arte guerrero de los pueblos bárbaros.

A las 9.00 horas ha comenzado el alboroto en la Plaza de la Iglesia, en dirección a la ermita de la localidad, y durante el trayecto se ha producido la danza, uno de los momentos más esperados por los miles de visitantes que había hoy en Obejo.

En ella, el cuerpo de bailarines acompañan, al ritmo de una música de laúd, pandereta, guitarra y acordeón, a la procesión de San Benito, al que los fieles cubren de billetes, y realizan el "patatú", en el que simulan degollar al maestro de la danza utilizando para ello sus espadas de hierro, entrelazándolas unas con otras, quedando la cabeza del maestro apresada entre todas ellas.

Tras el espectáculo, se han oficiado dos misas, una primera, llamada la "de los hermanos", y otra posterior, la "misa romera", que ha precedido la procesión de San Benito por el recinto de la ermita.

Así, a las 14.00 horas aproximadamente, se han dado por concluidos los actos en un municipio que, no obstante, seguirá de fiesta a lo largo de la jornada.

"Esto es algo único, y que atrae a muchísima gente de la provincia y de fuera de ella", especifica el alcalde de Obejo, Pedro López, que ha resaltado que la jornada de hoy, en la que el clima está siendo especialmente fresco, se está desarrollando sin incidencias y en un ambiente festivo.

Lo cierto es que el impacto de esta fiesta es también importante en toda la provincia de Córdoba, por lo que el Ayuntamiento de Obejo y la Diputación de Córdoba llevan varios años intentando que el expediente presentado ante la Junta de Andalucía acabe con esta fiesta declarada como Bien de Interés Turístico Regional.

Ante la falta de respuesta, no obstante, el nuevo alcalde aclara que ahora se está trabajando en busca que "los locos" sean un BIC, y para ello está el Ayuntamiento elaborando informes técnicos y recabando toda la documentación necesaria, y además han sumado para ello apoyos de ayuntamientos de la zona.

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